Economía y Negocios

Transporte escolar: ¿condenados tras la pandemia solo a la reconversión?

Presidenta de Fetebio cifra en cerca de 25% los colegas que no seguirían este año. Además, prevé una demanda inferior al 50% de sus servicios a partir de marzo pese a los anuncios de presencialidad obligatoria. Tíos y tías dan sus testimonios.

Por: Edgardo Mora 20 de Enero 2022
Fotografía: Archivo.

“Son como 80 niños en tiempos de prepandemia, mientras hoy apenas me han llamado por el traslado de 4 niños”, con este testimonio Silvia Vidal Sepúlveda, presidenta de Fetebio (Federación de Transporte Escolar del Biobío) y Tesorera de Conatechi, Confederación Nacional del Transporte Escolar de Chile grafica la situación de su rubro.

De hecho la Presidenta de Fetebio cifra con datos entregados según estudios realizados por proveedores en cerca de 25% los colegas que no seguirían este año. Además, prevé una demanda inferior al 50% de sus servicios a partir de marzo pese a los anuncios de presencialidad obligatoria. “Con la modificación del decreto 80 que nos permitió ejercer otras funciones como traslados para el Servicio de Salud y la Municipalidad de Talcahuano, lo que tampoco fue masivo, al final cuando antes trabajábamos entre 100 y 150 tíos, ahora solo son 10 ó 12, lo que no es nada”, afirma la dirigenta.

Reconversión

Según Vidal, gracias a gestiones del diputado Gastón Saavedra quien consiguió una entrevista con el Alcalde de Talcahuano, Henry Campos y el Seremi de Economía se lograron dos alianzas. La primer con el Municipio para trabajar en la atención primaria, y el segundo, con el Ministerio de Salud, “con quienes también coordinamos una suerte de alianza para el traslado de todos los pacientes Covid a residencias sanitarias que no fue para todos, pero todavía se sigue haciendo y donde se ha desarrollado un gran trabajo que siento no ha sido reconocido como corresponde”.

Los detalles de estos acuerdos incluyeron un servicio que habría sido a ojos de la líder del gremio “muy mal pagado”. Al respecto señala que hace poco iban a realizar un paro porque hacía tres meses que no les pagaban.

“Estuve trabajando en ello así que hablo por experiencia. El trato es cancelar $ 1.5 millones a todo evento, 24/7 considerando vehículo, conductor, combustible y mantenciones entre otros donde terminábamos gastando $ 300 mil solo en combustible a lo que se suman las mantenciones porque eran más de 200 kilómetros diarios lo que se traduce en cerca de $800 mil mensuales”, asegura Sepúlveda.

La dirigenta hace un llamado a la asociación de municipalidades para buscar mantener el financiamiento que permita extender el servicio de traslado a la atención primaria que estaría muy bien evaluado por los usuarios.

Testimonios

Patricio Sepúlveda, (ex Tío Pato) con más de 35 años como dirigente del transporte escolar cuenta que a raíz de la pandemia es uno de los que tuvo que reconvertirse. “En este momento tenemos una microempresa que se dedica a la administración de condominios y edificios junto con el corretaje de propiedades, es decir, cambié el transporte escolar por el rubro inmobiliario ya que las circunstancias derivadas de la pandemia hicieron imposible seguir con lo que estábamos haciendo”, indica.

Con una voz alicaída, seguramente por la decepción, Sepúlveda comenta que justo se había comprado un nuevo furgón, pero se le vino encima primero el estallido y luego la pandemia, por lo que vio, como lo único viable, su reconversión.

En relación a la proyección para este año, el ex Tío Pato estima que “mínimo debería bajar la demanda de transporte escolar en un 50%, respecto de un año normal donde las perspectivas no se ven muy buenas”. Y añade que a su juicio, su sector es uno de los más golpeados por la pandemia, “mucha gente sufrió y se tuvo que ir del rubro, incluso muchos quedaron en la ruina y por decirlo así, se tuvieron que comer el furgón. El Gobierno, considero que ayudó, pero no lo suficiente”.

Apoyos de nuevas autoridades

De acuerdo con el ex Tío Pato, el gremio requiere de mejoras en el ámbito social en términos de salud y como cualquier otro trabajador además de optimizar los apoyos por parte de la banca para la renovación de los vehículos “particularmente con las nuevas tecnologías de electromovilidad e hidrógeno verde donde el Gobierno podría subsidiar para tener mejor acceso a las energías limpias”.

Gloria Zapata, (Tía Gloria) integrante del sindicato Tres Lomas señala que dejó de trabajar hace dos años en el rubro por falta de niños porque la mayoría de los papás determinó no enviar a sus hijos por seguridad, pero que pudo seguir trabajando gracias a un convenio firmado con el servicio de salud.

Los traslados que hago ahora al servicio de salud son solo esporádicos, agradezco el apoyo, pero no representan para nosotros un ingreso estable que permita cumplir con los créditos adquiridos para poder acceder a la posibilidad”, afirma la transportista.
Respecto de la posibilidad de volver a trasladar niños y seguir trabajando con el servicio de salud, Zapata dice que ambas opciones no serían compatibles ya que “tendría que trabajar solo con niños o solo con el Servicio de Salud porque trasladamos a pacientes de diálisis de contactos estrechos y otros de turnos especiales”.

La integrante del sindicato de Tres Lomas manifiesta guardar aún esperanzas de poder volver a trabajar a partir de marzo como transportista escolar, sin embargo sus proyecciones están llenas de incertidumbre. A la vez expresa, que otro factor que les juega en contra es la “casi interminable alza en los precios de los combustibles que desde el estallido social han subido a más del doble”.

Etiquetas