Mientras en la Refinería Bío Bío afirman que el equipo es muy colaborativo y activo, desde uno de los gremios acereros dicen que solidarizan con las demandas sociales, las han hecho suyas y que los costos son parte de esta solidaridad.
A más de cuarenta días del “despertar”, consultamos a la gerencia de Enap y los presidentes del sindicato 1 de Huachipato, de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef ) y a un dirigente del sector forestal, sobre cómo ven el clima laboral en sus respectivas organizaciones.
Desde Enap, Pamela Sanhueza Bello, gerente (i) de Personas en la Refinería Bío Bío, quien lleva 5 años trabajando en la empresa, asegura que “más que un cambio en el clima laboral, lo que se ha producido es una suerte de activación para sortear la crisis. Una respuesta bastante activa y con compromiso de parte del equipo humano de la compañía”.
Del mismo modo, afirma que “a pesar de los difíciles momentos que está atravesando Chile y con lo cual han surgido inquietudes e intranquilidad en temas de seguridad de las personas, todo el equipo que integra Enap se ha unido muy fuertemente, asumiendo su rol estratégico en materia de mantener el suministro de combustible en Chile y, bajo ese objetivo, nuestros trabajadores y trabajadoras han estado dispuestos a cambiar sus jornadas de turnos constantemente, trabajar más horas en su jornada de manera de apoyar a compañeros que han tenido más dificultades para llegar a sus puestos y han hecho lo necesario para cumplir con lo que asumen como responsabilidad con el país en tiempo de crisis”.
Otro punto importante acerca del clima laboral en Enap, según Sanhueza, es que ha sido “muy colaborativo y activo. Si bien existen incertidumbres e inseguridades por lo que está sucediendo, la gente se ha unido mucho en torno a la tarea de entregar soluciones y mantener en funcionamiento las plantas”.
También resalta que “las operaciones que Enap realiza son altamente complejas, no es una industria que pueda parar o dejar de atenderse por un tiempo y eso las trabajadoras y trabajadores lo entienden muy bien”.
De acuerdo con la gerenta (i) de Personas en la Refinería Bío Bío, “la empresa constituyó un comité de crisis corporativo, con integración de todos los gerentes de primera línea y de los responsables de las operaciones de Refinerías, el cual se reunió diariamente desde el mismo día del estallido de la crisis y se ha mantenido activo al menos una vez por semana”.
En esta línea, adicionalmente a lo anterior y “paralelo a ello, la Gerencia de Personas dispuso a su personal, que cuenta con profesionales capacitados, para recibir inquietudes de índole psicológica, de contención, apoyo para todas las trabajadoras y trabajadores que lo requieran. Asimismo, realizó visitas a las distintas áreas y plantas productivas para generar conversatorios y escuchar, contener y recibir inquietudes de las personas”.
Por su parte, Héctor Medina, presidente del Sindicato 1 de Huachipato, comenta: “que nos afecta, sí, pero lo asumimos como un aporte al movimiento y como una forma de acompañar a los compatriotas que han quedado al margen. Esto es más importante de que si nos afecta o no”.
A lo anterior, agrega que “la crisis que desemboca en las demandas sociales, más que apoyarlas, los trabajadores las hemos hecho nuestras, porque se ajustan, en su gran parte, a las injusticias que se han cometido, tanto por las instituciones, distintos Gobiernos y mundo empresarial, en contra de quienes reivindican estas demandas”.
Al mismo tiempo, aclara que “solidarizamos y los costos son parte de esta solidaridad, no obstante, nos demarcamos de todo acto vandálico y de violencia, que no aceptamos ni validamos en un Estado de derecho, donde todos debemos detener esta violencia delictual organizada y que nuestros gobernantes no ha sido capaces de controlar”.
Pese a que intentamos obtener las visiones de la Anef, no fue posible lograr comunicarnos con Lorena Lobos. Lo mismo ocurrió con Pascual Sagredo, dirigente del sector forestal.