Economía y Negocios

¿Quiénes blindan al comercio de Concepción? Hay 15 Pymes trabajando en el centro

La demanda por sus servicios no se detiene. Todos trabajan contra reloj para dar una solución urgente a los dueños de locales que no quieren verse afectados por saqueos.

Por: Felipe Placencia 02 de Noviembre 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Son las 10:30 de la mañana. Calle Barros funciona a menos de media máquina. Uno: es feriado, por ende, hay pocos negocios abiertos. Dos: los que no atienden, están siendo reparados y blindados, convirtiéndose en verdaderos locales a prueba de todo.

Bueno, casi todo, por que es tal la fuerza con que algunos grupos ejercen, que logran derribar fácilmente las cortina metálicas en estas tardes y noches con olor a gases lacrimógenos.

Bien lo saben alrededor de 200 locatarios, que agrupados a través de la Cámara de Comercio de Concepción, salieron hace unos días a marchar, pidiendo más seguridad y que se persigan a los involucrados. De hecho, no descartan acciones judiciales de por medio.

Tras el recorrido, maestros soldadores no paran de iluminar las veredas que proyectan luces azules gracias al cielo gris que no deja asomar al sol en plenitud.

Y el sonido metálico de sellado que generaba sensación de progreso en las grandes construcciones, que por estos días se han paralizado en la capital regional, ahora representa al temor a los saqueos.

¿Quién o quiénes están detrás de estas murallas de metal? “Me llamo Luis Canales y con mi equipo estamos haciendo reforzamiento de vitrinas hacia la calle, que en algunos casos han sido saqueadas”, dice el especialista.

Hasta el momento lleva 12 inmuebles intervenidos. En su mayoría joyerías.

“La idea es dar un servicio, un poco de seguridad y de tranquilidad a los propietarios”, explica Canales.

Los valores parten en $160 mil, dependiendo de lo que se requiera. Y al parecer los valen: asegura que ha logrado reducir el estrés de muchos comerciantes. “Han estado sobre 100% de preocupación y después del trabajo realizado bajan a 30%. Es un logro”.

Canales trabaja con un equipo de seis a ocho persona. De momento, asevera que la demanda por sus servicios proviene exclusivamente de negocios y no de residenciales.

Hay más

Eso sí, dice que no es el único que está realizando este tipo de trabajo en el centro.

“Anda harta competencia y hemos dado bastante buen resultado. Deben andar unas 10 a 15 empresas en las calles”, precisa Luis canales, contratista de construcciones y obras metálicas.

En plena tarde de jueves, cuando la marcha comenzaba a tomar forma, algunos soldadores trabajaban contra reloj: más planchas de acero, rejas, mallas de metal. Incluso, algunos tapan las ventanas con planchas de madera.

“Todo vale. Todo sirve”, explican algunos emprendedores que prefieren mantenerse al margen de dar comentarios ante la grabadora encendida, por que no quieren que después “alguien venga y se ensañe”.

Y se entiende, las últimas jornadas terminan en descolgados de marchas pacíficas. “Tengo furia contra el sistema, contra la desigualdad”, grita una persona con una bandana que le tapa el rostro.

Del otro lado, los emprendedores tienen otra mirada. “Estamos cansados. Queremos descansar pronto”, se lamentan, mientras desde lejos el “guanaco” y el “zorrillo” de Carabineros comienza a dispersar.

Y arriba, el sol detrás del manto gris, se prepara para dormir.

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