El facultativo explicó que vale la pena aumentar la meta de déficit fiscal (2%) para reconstruir la infraestructura, debido a que son gastos transitorios, que no afectan las finanzas a largo plazo.
La Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, comunicó su preocupación e interés por lo que está sucediendo actualmente en Chile, y se mostró dispuesta a colaborar para encausar la discusión con miras a ayudar a la toma de decisiones.
El académico y economista, Víctor Hernández, fue quien abordó la realidad actual que vive el país, poniendo énfasis en los riesgos y consecuencias tanto para la economía, como para el país en su conjunto.
-¿Cuál es su visión respecto a lo que está viviendo Chile?
-Evidentemente, esto marca un antes y un después. Se trata de demandas legítimas por un sistema menos desigual, y que se venían incubando hace rato. Pero cuidado, porque en general en estas situaciones, comienza muy bien estructurado y al final cada sector comienza una lucha por sus respectivas demandas. Por esto hay que ser muy prudentes, porque las demandas son tan diversas (van desde cambio constitucional, a destitución del Presidente) que comienzan a confundir, y como no hay interlocutores válidos, se corre el gran riesgo de la aparición de caudillos de extrema derecha, como pasó en Brasil o, de algún modo, en Francia.
-¿Cómo se avanza?
-Estamos planteando que es necesario separar. Hay temas que necesitan urgencia, pero también hay objetivos de mediano y largo plazo. Pero primero hay que atacar lo que generó todo este tipo de situaciones y efervescencia social. Esto lo está haciendo, más allá de la forma, el Gobierno. Pero simultáneamente, hay que crear puntos de contacto a través de un pacto social, donde tienen que estar los parlamentarios, guste o no, fueron elegidos. Organizaciones sociales, la academia, los empresarios y trabajadores. Esto podrá ir abriendo las puertas a un consenso.
-¿Cómo se financian estas medidas urgentes que el Gobierno ha presentado?
-El plan implica 1.200 millones de dólares. Esto significará redireccionar recursos que ya estaban considerados dentro del Presupuesto, lo que significará dejar de hacer otras cosas, o buscar otras formas. Por eso, nosotros como Facea, proponemos utilizar los fondos soberanos que tiene el país. Es un fondo económico de estabilidad social creado en 2007, que corresponde al ahorro o a los activos financieros que tiene el país. Hoy alcanzan a los US$ 18.000 millones, y hoy hay justificación para usarlos.
Lo otro es el endeudamiento, interno o externo, pero esto puede crear déficit fiscal, programado en 2% del PIB. Porque si gasto más dinero en resolver la crisis, obviamente se ven comprometidas las finanzas públicas y en consecuencia se tendrá que sacrificar esa meta. Lo importante es entender que sí vale la pena, ya que se trata de gastos transitorios, no permanentes, por lo tanto, la reconstrucción de la infraestructura significará probablemente, elevar a 2,5%-3% el déficit fiscal, pero se actuará con rapidez sin afectar las finanzas públicas en el mediano y largo plazo, porque es algo puntual.
-¿Qué opina del aumento del ingreso mínimo?
-Está bien, pero hay que tener claro que es importante no sólo aumentar el ingreso. Esto debe ir de la mano de un trato digno hacia los trabajadores. No es tan sólo un tema de dinero, sino también de trato igualitario.
-¿Qué pasa con la pyme frente a este aumento?
– Hoy tenemos 1 millón de mini pymes. El problema es que no pueden imitar lo hecho por las grandes empresas que han comprometido aumentar a $500 mil. Elevarlo a $350.000 ya supone una subvención estatal.
– ¿Y el anuncio previsional?
– La gente está pidiendo algo mucho más profundo que el reforzamiento del pilar solidario. Algunos piden terminar con las AFP. Pero nuestro mensaje es la mesura, conocer otras formas. Por ejemplo, por qué no se cambia las expectativas de vida que forma parte del polinomio.