Universidad sudafricana cuenta con su propio Pacyt y posee un innovador modelo de vínculo empresa y academia. La idea es crear redes de excelencia científica.
Profundizar los avances en I+D aplicada al sector agro forestal junto con ver la posibilidad de replicar experiencias positivas como el modelo de relaciones entre la empresa y la academia que posee la Universidad Sudafricana de Pretoria son algunos de los beneficios que busca desarrollar la Universidad de Concepción.
Claudio Maggi, director de Desarrollo e Innovación de la UdeC tuvo la oportunidad de conocer in situ las diferentes áreas de I+D de Fabi (Forestry and Agricultural Biorechnology Institute) que lidera la Universidad de Pretoria junto con su experiencia con el desarrollo de su propio Parque Científico llamado Future Africa, un hub científico pan-africano promotor de I+D.
– ¿Entiendo que la U. de Pretoria tiene su propio Pacyt?
– Así es, ellos han desarrollado el proyecto Future Africa, concebido como un Parque científico y tecnológico que en su primera etapa contempla la interacción de equipos científicos en proyectos de I+D interdisciplinarios, con alcance panafricano. Pudimos conocer las dependencias y facilidades, de gran nivel arquitectónico destacando conceptos de identidad y sustentabilidad. Este proyecto ha contado con inversión 100% pública, y actualmente opera con plena sostenibilidad financiera, ya que además de la contribución de los equipos de I+D residentes, enfrenta una alta demanda para brindar servicios como sede de múltiples conferencias y eventos, muchos de ellos internacionales. La segunda etapa, próxima a iniciarse, tendrá como foco el establecimiento de empresas de base científica y tecnológica, poniendo énfasis en la innovación. Es muy inspirador ver una experiencia como la de Future Africa que gradualmente va expandiéndose, pero que ya en su primera fase es un reconocido polo de talento científico en el continente africano.
-¿Qué es el Fabi?
– Es una institución que tiene una amplia tradición de alto nivel en investigación, sobre todo, en dos áreas que son muy relevantes en el sector forestal y agrícola como la fitopatología o el tipo de enfermedades y plagas de plantaciones forestales y cultivos agrícolas, junto con la Entomología, que es el estudio de los insectos asociados a estos sectores.
-¿Qué relación tiene Fabi con Bío Bío?
– Empresas Arauco con Fabi ya vienen colaborando desde hace tiempo y han tenido experiencias de formación de profesionales, de hecho, Rodrigo Ahumada hizo su maestría y posteriormente se doctoró en el Fabi y la idea del viaje fue profundizar a partir de esa relación un vínculo que ya la UdeC a través del Centro de Biotecnología y también equipos de investigación de Chillán puedan desarrollar con este centro de investigación.
-¿Por qué es importante para la UdeC mejorar lazos con la U. de Pretoria y el Fabi?
– Porque con el cambio climático está modificando el ámbito de vulnerabilidad frente a patologías y también respecto de plagas asociadas al sector forestal y agrícola. Por lo tanto, se busca tener muchas más fortalezas en Fitopalogía y en Entomología, ya que son claves si queremos ser relevantes en la solución a los problemas que pueden atacar a nuestro sector forestal y agrícola en los próximos años.
-¿Qué otros beneficios tuvo la visita a estos centros de I+D?
– En la visita lo que hicimos fue conocer los distintos ámbitos de investigación y desarrollo de proyectos con un alto nivel científico y un alto nivel de publicaciones científicas , pero a la vez desarrollando mucha investigación aplicada y asesorías expertas, en Sudáfrica y el exterior, en países como Indonesia y varios otros latinoamericanos. Estuvimos con investigadores en genética, bioinformática para efectos de secuenciación y modelos predictivos donde nos reunimos con el Prof. Mike Winfield, director y fundador de Fabi y el actual director ejecutivo del Fabi, Prof. Bernard Slipper.
-¿Qué acciones son posibles de replicar en Bío Bío?
– Hay un modelo muy interesante de colaboración entre la empresa y la academia donde una parte muy activa de la exploración es la industria a través de Bioforest. Con base y al alero inicial del Centro de Biotecnología creemos que podemos encontrar un esquema similar donde invitemos a la industria forestal y de agrocultivos a formar parte de esta plataforma de investigación conjunta. Desde hace tiempo venimos buscando cómo avanzar desde la investigación aplicada y una colaboración estrecha con la industria hacia una relación más vigorosa y con un directorio que además lo conforman representantes de la industria como de la universidad y también nos gustaría invitar a la controladora de plagas forestales.
– ¿Qué se puede resaltar en el área de formación de profesionales?
– En este momento uno de nuestros alumnos egresado de una de las especialidades de ingeniería forestal está realizando su tesis doctoral en el Fabi, específicamente, sobre un problema que afecta a las Araucarias de mortalidad de individuos adultos cuyos orígenes no estaban muy claros y con esta tesis se han identificado las causales y se ha caracterizado el elemento patógeno de forma de poder establecer un protocolo donde hay un codesarrollo de propiedad intelectual.
– ¿Existe algún elemento relacionado con mejoras genéticas para enfrentar la sequía o estrés hídrico?
– Una de las áreas de trabajo de Fabi es el estudio de especies más resistentes al estrés hídrico que es uno de los elementos relevantes que debemos considerar no sólo en la Región sino que también en el país. Adicionalmente, con Fabi también avanzamos en sentar las bases de un acuerdo de entendimiento sobre el cual nos reuniremos con el rector, la vicerrectora e incluso con la gente de Bioforest, porque creemos que un avance concreto en esta alianza es hacerlo con un par de proyectos ancla que permitan no sólo la intención de trabajar en conjunto, sino que también hacer frente a desafíos concretos.
– ¿Puede profundizar un poco más acerca del modelo de vinculación entre la academia y las empresas?
– Ellos cuentan en el ámbito forestal con una red de empresas que es un poco distinta a la Corma en dos aspectos, uno, que tiene a todos los productores forestales independientemente del tamaño del asociado y además posee una gobernanza distinta en el sentido que cada socio es un voto y son 50 mil asociados, por lo tanto, eso hace que las decisiones sean tomadas por consenso. Lo que sí, aportan de manera proporcional a su tamaño con sus cuotas al instituto de investigación forestal que lo que hace con esos recursos, es convocar proyectos de investigación aplicada en la academia donde el principal ejecutor es el Fabi.