Seremi de Hacienda explica cómo operaría el impuesto del 1%. En tanto, Corbiobío recepcionará las demandas locales. Economista de la UdeC y un tributarista dan sus visiones.
A más tardar hasta el 30 de noviembre del presente año, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se autoimpuso el plazo para presentar la esperada propuesta de Ley de Rentas Regionales.
Al término de una reunión sostenida entre el ministro Larraín con la denominada bancada regionalista, el senador Alejandro Guillier resumió los planteamientos a un medio nacional así: “hay dos conceptos relevantes que el ministro Larraín entiende bien. En las regiones esperamos aumentar la participación en la distribución de los recursos en el país y, además, tiene que haber autonomía en las regiones para decidir y priorizar sus inversiones con esos recursos”.
Al mismo tiempo, señaló que “no se trata sólo de aumentar recursos que vayan amarrados desde los ministerios. Además, planteamos la necesidad de garantizar que los municipios y las comunidades locales tengan una relación equilibrada con autonomía frente a las autoridades y poderes regionales”.
Desde Bío Bío, Cristian Muñoz, seremi de Hacienda, quien, a pesar de estar con licencia, respondió a las inquietudes de Diario Concepción, “el ministro de Hacienda manifestó, en su momento, estar disponible para presentar una Ley de Rentas Regionales, 30 días después de aprobarse la propuesta de modernización tributaria o a más tardar el 30 de noviembre de este año”.
En esta línea, Muñoz dijo también que “ya en la propuesta de modernización tributaria se plantearon algunos atisbos, como el aporte del 1% de los grandes proyectos que puedan materializarse en zonas geográficas que tengan como condición generar algún impacto negativo en el lugar”.
Respecto de cómo funcionaría el impuesto del 1% a las empresas, Muñoz detalla que “se trata de un tributo que afectaría a grandes proyectos, cuya inversión supere los US$ 10 millones que estarían gravados con el 1%, cuya recaudación debiera ser distribuida en partes iguales, entre la comuna donde se emplaza el proyecto, la región donde se ubique y un tercio de este 1% iría a un fondo común, que luego se distribuye entre todas las regiones, muy similar a lo que existe hoy con el Fondo Común Municipal”.
Requerido acerca de si el Ministerio de Hacienda ha hecho levantamiento de información respecto de lo que se pide en regiones, comentó: “el Ministerio de Hacienda a través de sus expertos posee una gran fuente de información respecto de lo que pasa en regiones, además del permanente diálogo que sostiene el ministro con los intendentes”.
La Corporación Privada de Desarrollo de la Región del Bío Bío, Corbiobío, recepcionará las demandas de la Región para incorporarlas al proyecto de Ley de Rentas Regionales.
Su presidente, Andrés Cruz, enfatizó que “es urgente aumentar los presupuestos de inversión regional, proponiendo una ley marco de presupuestos regionales permanentes, que determine fuentes de financiamiento, criterios y mecanismos de distribución de recursos entre las regiones y al interior de ellas”.
En este contexto, la entidad trabaja en la elaboración de un informe, cuyos ejes principales son los siguientes: Aplicación a la Región de los tributos de clara identificación regional; presupuesto de inversión regional de libre disposición equivalente, al menos, al 60% del presupuesto de inversión nacional; distribución interregional equitativa de recursos de inversión e incentivo al ahorro y la eficiencia.
Para Claudio Parés, director del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, “el dilema de las rentas regionales es que deberían otorgar suficiente flexibilidad a las regiones, para que el desarrollo se adapte de la mejor manera a la realidad de cada territorio, pero suficiente rigidez y soporte para permitir control fiscal de la nación y posibilidad de apoyar ‘zonas rezagadas’”.
Cabe recordar que Parés formó parte del equipo interdisciplinario que realizó un estudio para la Subsecretaría de Desarrollo Regional sobre la creación de Ñuble Región.
Desde el área tributaria, Cristian Maldonado, CEO y gerente general de Fintax consultores, explicó que “para los tributaristas, el tema de interés es cómo queda finalmente redactada la ley y cómo se aplica, porque estas abren aristas que pueden generar beneficios o complejidades en su aplicación práctica, una vez que se quieran determinar los nuevos impuestos o la base de cálculo, porque aquellos que redistribuyen son un tema que deben resolver a nivel central”.
En cuanto a las empresas, dijo Maldonado, “le pueden resultar de interés aquellos nuevos impuestos que les puedan afectar, que les signifique un incremento en sus costos, no así aquellos que son redistributivos y que no incrementan impuestos, pero me imagino preferirán que los impuestos queden donde están funcionando sus empresas, por el beneficio que eso lleva consigo”.