Sólo falta su publicación en Diario Oficial, lo que ocurriría a inicios del segundo semestre. Autoridades destacaron que esto aumentará la participación del segmento en el mercado laboral.
En el restaurant La Cocina, autoridades dieron a conocer el proyecto de ley de jornada especial alternativa para estudiantes trabajadores, más conocido como Contrato Laboral para Jóvenes con el fin de entregar antecedentes de sus alcances.
Aumentar el empleo formal y su participación en el mercado laboral, favorecer el ahorro previsional a temprana edad e incentivar el ingreso a la educación superior de jóvenes que no lo han hecho o que han descontinuado sus estudios por tener que apoyar económicamente a sus familias, son algunos de los beneficios que explicó el seremi del Trabajo y Previsión Social, Carlos Jara.
“Se hacía necesario flexibilizar el tema de los contratos que el Código del Trabajo no tenía contemplado, de manera de dar facilidades a aquellos estudiantes que deseen o se vean obligados a compatibilizar sus estudios con jornadas laborales”, precisó.
Un aspecto muy importante que se resaltó, es que los jóvenes no pierden ningún beneficio social o universitario, siendo optativo cotizar en salud, puesto que le puede ser más conveniente seguir siendo carga de sus padres.
Pero sí, desde temprana edad, se inculca el hábito del ahorro previsional, ayudando con esto, mejorar las jubilaciones al iniciar prontamente este proceso.
“Los ingresos que los estudiantes contratados no serán visto como contributivos, de manera que es la mejor fórmula para que este segmento ingrese al mercado laboral”.
Consultado Jara por la crítica que apunta a que con esto se precariza el trabajo estudiantil, dijo que la verdad “no se entiende, porque lo único que está permitiendo esta ley es que los jóvenes puedan trabajar con seguridad social, ya que hoy el 38% que hoy labora, lo hace sin ésta”.
Con este avance en flexibilidad laboral, dijo el seremi, Chile avanza hacia el nivel de los países Ocde”.
En tanto, el director regional del Injuv, Gustavo Apablaza, reconoció que era un sentimiento generalizado entre muchos jóvenes el poder trabajar con más respaldo legal y de manera formal.
“Hay muchos que trabajan a la negra. Uno de cada cuatro lo hace sin contrato ni previsión social, ateniéndose muchas veces a la voluntad de su empleador para poder compatibilizar con sus estudios”.
Apablaza también destacó que el Registro Social de Hogares no registrará esto como un ingreso más del grupo, por lo que no habrá cambios en esto, y tampoco se pierde la calidad de carga en el sistema de salud. Y, podrán contar con seguros contra accidente entre trabajo y casa de estudios”.