Economía y Negocios

Baja en la TPM: buen momento para refinanciar créditos y mal para depósitos

La medida busca reactivar la economía vía consumo y las inversiones en proyectos. Mejoran las condiciones crediticias, pero se debe tener cuidado en no sobre endeudarse.

Por: Javier Ochoa 13 de Junio 2019
Fotografía: Banco Central

En una acción poco común, el Banco Central decidió bajar la Tasa de Política Monetaria (TPM) a 2,5%, con lo que mejoran las condiciones para el endeudamiento a través de créditos de consumo, pero con un efecto mucho más acotado para los de tipo hipotecario, debido que estos se pagan a largo plazo, diluyéndose el efecto reductor de la TPM, explicó el economista, Víctor Hernández.

Por qué se baja

“El contexto está dado por un crecimiento económico decreciente, contrario a las expectativas, gatillado, en parte, por eventos internacionales, pero también internos. Ante esto, el Gobierno ha dicho que adelantarán las inversiones, de tal manera que se convierta esto en un elemento reactivador. Y el Banco Central coayuda bajando la TPM, lo que busca un aumento en el gasto a partir de aumentos en los créditos de corto plazo (consumo)”, planteó Hernández.

Mercado bursátil

“El precio de las acciones han venido cayendo, pero esta baja en la TPM impactará positivamente en la dinámica de los mercados bursátiles”.

Tipo de cambio

“Lo más probable es que, en el corto plazo, el precio del dólar aumentará debido a que la baja provocará un impacto en el diferencial de tasa, lo que significa que el país se vuelve menos atractivo para ciertas inversiones. Es decir, se pierde competitividad en lo que concierne a entrada de capitales”, sostuvo el economista Víctor Hernández.

Créditos hipotecarios

El director de Ingeniería Comercial de la USS, Luis Felipe Slier, dijo que es muy recomendable que las personas con créditos hipotecarios realicen este ejercicio de cotizar nuevas condiciones de créditos hipotecarios. “Frente a un nuevo crédito hipotecario, siempre se debe comparar no sólo la tasa, sino el dividendo final”.

Sobre la proyección, Slier dijo que el 2019, dadas las condiciones del entorno, la incertidumbre económica producto de la guerra comercial de Estados Unidos y China, el precio del cobre y el precio del petróleo, será un año con una expectativa de crecimiento económico inferior al 2018. Esto se sustenta en las menores expectativas que se tienen en el sector minero, considerando el precio del cobre y las inversiones en el sector. En materia interna, subrayó, se deberá poner especial atención al consumo que depende de los niveles de ingresos de las personas y del mercado laboral.

Depósitos menos atractivos

Por otra parte, con la baja en 50 puntos base de la TPM (la más importante desde junio de 2009) será menos atractivo mantener depósitos en bancos, porque las tasa de estos también debería bajar lo que podría generar derivación de fondos al consumo. A su vez, esto último presionará sobre la inflación, sin embargo, este parámetro está dentro de los rangos previsibles. El aumento de la inflación presiona a la UF y por consiguiente afecta a los deudores en esta unidad, planteó el director de carrera de Ingeniería Comercial de la Unab, Luis Bravo.

“La medida, en general, apunta a activar nuestra economía, por la vía de aumentar el consumo y la inversión, y si ambos objetivos se logran se mejoran las expectativas de crecimiento, lo que al final incide sobre el empleo y el valor real de las remuneraciones, lo que en definitiva beneficia a toda la población”.

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