La Asociación Gremial del Itata y la Coordinadora de la Coalición Nacional de Viñateros asegura que valor no alcanza a cubrir el costo de producción, que el año pasado fue de $190.
El mundo del vino tiene contradicciones. Las botellas del Valle del Itata gozan de prestigio, buenos precios, medallas de oro y plata en diversos concursos de renombre. Sin embargo, cuando se trata de sólo vender uvas, ahí es donde se aprecian problemáticas en el mercado.
La Asociación Gremial del Itata y de Coordinadora de la Coalición Nacional de Viñateros, dirigida por Yenny Llanos, asegura que las expectativas de poder llegar hasta $300 por el kilo entre las cepas país y moscatel de Alejandría, no se estarían cumpliendo.
Por estos días las empresas del rubro y acopios estarían pagando apenas $150 por la moscatel y no más de $200 por el país. Otras variantes para cinsault pueden haber mejores ofrecimientos.
Indap Bío Bío detalla que en Quillón Covicen está dando $155 por la moscatel y corinto. Por la país no más de $200 y por chasselas sólo $135 pesos el kilo.
En la comuna de Quirihue, Corretajes Torres compra a sólo a productores con contrato a $180 la país y $150 la moscatel.
En Portezuelo, el país está a $200 con posibilidades de llegar a $240, pero por lotes seleccionados. Mientras que la moscatel está a $150.
Benigno Cea, en Florida, adquiere para Concha y Toro a $150 la moscatel y $280 la cinsault.
Y en Coelemu ( Guarilihue, Charles Rodríguez): $190 por el moscatel, $200 por la país, $250 por cinsault y excepcionalmente para lotes especiales hasta $320, siendo este último el mejor registro.
La Asociación Gremial de Viñateros del Itata Pro Uva AG presidida por José Álvarez, no se explica que está pasando.
“No entendemos por qué los precios han retrocedido, si consideramos el precio de corte de la temporada pasada de $170 la moscatel y $200 la país, no entendemos por qué han bajado en el valle, cuando las uvas a nivel nacional han subido entre un 30% a 55%”, cuestiona Álvarez.
El representante critica también que “está más que claro que los precios no dependen de las variables reales y evidentes del mercado, sino de los poderosos de la industria”.
Añadió “que es una burla. Un abuso y aprovechamiento descarado. Son precios muy por debajo del valor de mercado (real) y bajo los costos de producción que la pasada temporada alcanzaron los $190 por kilo promedio en régimen sin considerar las perdidas por bajas productivas”.
En tanto, Yenny Llanos recordó que los antecedentes han sido entregados en otras oportunidades a la Fiscalía Nacional Económica, FNE, apelando al abuso de posición dominante.
Sin embargo, la FNE descartó que aquello ocurra. “No es posible concluir la existencia de una conducta de abuso de posición dominante por abuso de poder de compra, en consideración a que no se ha observado una posición dominante de parte de alguno de los agentes compradores de uva vinífera en este mercado”, concluyeron en aquella oportunidad.
Hace unos días los afectados se reunieron el delegado presidencial en Ñuble, Martín Arrau.
De hecho, se planificó una salida a terreno para verificar la coyuntura y conocer otras realidades: que no sólo enfrentan los malos valores, sino que también estragos de sequías y algunas enfermedades que ha conllevado a menor producción.
De acuerdo a Yenny LLanos, tras la visita a terreno, la autoridad le habría dicho que “comprendía la situación”, lo que fue considerado un avance por los viñateros de la zona.
La dirigenta destaca que han sostenido diversas instancias con parlamentarios.
Uno de ellos es el diputado Gustavo Sanhueza (UDI). Es más, ha sostenido públicamente que es necesario elaborar un proyecto de ley que busque evitar las distorsiones de precios en este segmento productivo.
Por otro lado, el seremi de Agricultura Bío Bío, Ruy Fernando Bórquez, espera que la situación pueda mejorar.
“A veces parten bajos y tienen a subir después”, indica, haciendo un llamado a la asociatividad (centros de acopio que también vinifican) en un contexto entre privados.
“Si no se asocian, siempre va a ser sujetos de algún tipo de abuso en un mercado privado”, asevera.
Por otro lado, se compromete a seguir trabajando en la Mesa del Vino. “Sin lugar a dudas, la producción llegaba hasta Ñuble y se ha corrido hacia el sur. También hay importantes viñas que se están operando en nuestra zona y no se debe dejar de conocer la importancia que está tomando el Valle del Itata como sitio donde se produce de muy buena calidad”.