El informe reveló que los principales motivos para solicitar créditos son para mejoras en el hogar, salud y reorganización de finanzas.
Hay diferencias entre los trabajadores activos y los pensionados en cuanto a las motivaciones por las que las solicitan un crédito social. En el caso de estos últimos, un 36% pide un crédito social para gastos relacionados con la salud, un 28% lo destina a mejoras del hogar y un 11% a pagar deudas.
En el caso de los trabajadores, un 27% destina el crédito social a pagar deudas o reorganizar finanzas, un 26% a mejoras del hogar, un 17% a salud y otro 17% a educación.
Un 42% de los trabajadores que solicitan un crédito tienen ingresos entre 200 y 400 mil pesos. “Esto refleja que el crédito social de las Cajas de Compensación sigue siendo una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas, por supuesto que en el entendido que, como todo compromiso, se asume en forma responsable e informada, lo que es un sello de nuestra Caja”, señala Osvaldo Iturriaga.
Osvaldo Iturriaga, gerente de Beneficios y Calidad de Caja 18, explica que “es altamente probable que, si las Cajas no les diéramos acceso a estos créditos, los afiliados pensionados tendrían que recurrir a los préstamos informales”.
Rol social de las Cajas
En este contexto, el importante rol social que cumplen las Cajas de Compensación a través de sus créditos sociales, al dar posibilidades de financiamiento a personas que normalmente no lo tienen en los bancos, se hace evidente con el informe ‘Evolución del endeudamiento de los hogares’, recientemente publicado por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif).
El estudio destaca que la deuda informal de los hogares subió más de cinco puntos porcentuales en un año, llegando a un 15,8% a septiembre de 2017.