El mercado de transporte de pasajeros en Chile es cada día más competitivo, algo que está repercutiendo de forma directa en los precios de los pasajes y en las estrategias comerciales de las compañías del sector. Estos cambios afectan de forma transversal a todos los medios de transporte y provocan también un proceso de regeneración que ya tiene repercusiones en la oferta y las infraestructuras.
Uno de los principales detonantes del cambio de hábitos de movilidad ha sido la buena acogida de aerolíneas de bajo costo. Según datos de la Junta Aeronáutica Civil, el tráfico aéreo internacional ha logrado entre enero y agosto el mejor registro de pasajeros en 5 años, un incremento del 16,5% respecto al mismo periodo del año pasado. También hubo un aumento del 3,8% en el tráfico doméstico. Se prevé que el próximo año el tráfico aéreo experimente una crecida aún mayor ya que el Aeropuerto Arturo Merino Benítez estrenará 20 nuevas puertas de embarque, duplicando así las puertas operativas actuales.
La caída de los precios de pasajes impulsada por Sky y JetSmart, ha obligado al resto de aerolíneas a ajustar sus tarifas habituales. Latam, desde el presente semestre, ha activado un nuevo sistema tarifario basado en una libre elección de servicios que permite obtener pasajes hasta un 20% más baratos si se renuncia a facturar equipaje y a la comida a bordo. Esta misma estrategia de diversificación tarifaria, así como lanzamientos de ofertas agresivas puntuales, está siendo la apuesta de la mayoría de grandes compañías aéreas para ganar competitividad.
Por otra parte, los buses interurbanos acusan esta fuga de usuarios hacia el sector aéreo. Fenabus señaló recientemente que, de promedio, las ventas de pasajes se estaban reduciendo en un 20%, llevándose la peor parte las compañías que operan en el sur de Chile. Ante esta situación, el sector pide apoyo estatal para poder competir con las mismas condiciones que las aerolíneas. Las infraestructuras, por su parte, también se transformarán: el Terminal Sur de Santiago, que mueve más de la mitad del tráfico de buses interurbanos del país con 1’6 millones de personas al mes, está en la última fase de aprobación de un proyecto de remodelación que ofrecerá una nueva distribución de 3 pisos y mejoras en los accesos.