Economía y Negocios

Región del Bío Bío tiene 824 mil personas inactivas con potencial de trabajo

Por: Felipe Placencia 09 de Agosto 2017
Fotografía: Andrés Oreña P.

Las razones para no estar en el mercado van desde el desaliento, problemas de salud, temas familiares, estudios, estacionalidad, entre otras.

Es una cifra importante: 824 mil 990 personas se encuentran inactivas en la Región del Bío Bío versus los 907 mil 250 que se encuentran ocupados según datos que se desprenden del último informe trimestral de desocupación del INE Bío Bío.

De estos, 520 mil son mujeres y 304 mil son hombres.

¿ Y por que se encuentran inactivos? En general, para ambos sexos y de acuerdo al desglose del informe, hay razones familiares, de estudio, jubilación, por encontrarse pensionado o montepiado.

También, motivos de salud permanente, estacionales, de desaliento, sin ganas de trabajar y aquellos que recién se inician en la búsqueda de un empleo.

De todos, 202 mil explican que es por estudio, 198 mil por temas familiares, 134 mil por que están pensionados o montepiados; 112 mil por salud permanente y 66 mil que están en proceso de jubilación.

Otros 37 mil no tienen intenciones de laborar; 14 mil simplemente están desalentados;12 mil manifiestan que es por situación de temporalidad; 7 mil que recién se inician, y finalmente, 21 mil que indican diversos detonantes.

Brecha de géneros

Al académico de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián sede Concepción, Javier Irarrázabal, le llama la atención la marcada diferencia de un género.

“La mayor proporción de mujeres es un reflejo de la baja participación laboral a nivel nacional de las mismas en comparación con los hombres: mientras la tasa de participación laboral femenina es de un 44%, la masculina es de un 66%, o sea, ¡un 50% más!”, analiza Irarrázabal.

El seremi de Economía Bío Bío, Iván Valenzuela, cree lo mismo, que la brecha es bastante significativa en la Región ( 63% mujeres versus 37% hombres inactivos) y es por ello que el gobierno se centra en incentivar que las mujeres ingresen al mundo laboral.

“Hay un estudio del Ministerio de Economía que entre más mujeres que se incorporen en el mundo del trabajo hay un incremento significativo en el PIB. Si se incorporan 100 mil mujeres, el Producto Interno aumenta en un 0,65%. En ese sentido las políticas apuntan a ello”, asegura Valenzuela.

La autoridad destaca todos los mecanismos que el aparato Estatal dispone. En especial en materia de emprendimiento. “Hay unos especiales, enfocados en las iniciativas de mujeres. Es por ello que entre más se sumen al trabajo, será positivo para la Región”.

En tanto, el académico de la USS, Javier Irarrázabal dice que “las iniciativas estatales sin duda juegan un rol clave en el sistema laboral. A mi juicio, el gobierno debiera enfocarse en destrabar discusiones legislativas que promuevan una mayor flexibilidad laboral (como el proyecto de ley de teletrabajo, o el aumento de vacaciones a costa de eliminar algunos feriados), y disminuir las iniciativas que demuestran su voluntarismo – que en poco afectan las decisiones de contratación del mundo privado– como capacitaciones que el mercado laboral no necesitaría”.

Sin embargo, hace una salvedad. “El alza en la contratación de empleados públicos ha logrado maquillar las cifras de desempleo: un 20% (30 mil de 150 mil, aproximadamente) del aumento de los ocupados en el último año a nivel nacional se dedica a la “administración pública”. Pero sin duda la holgura fiscal está disminuyendo y esto no podrá ser mantenido por muchos meses más”.

Respecto a la responsabilidad del mundo privado de ofrecer mejores sueldos y más incentivos, Irarrázabal puntualiza que “es verdad que en Chile los sueldos son aún bajos, pero han venido creciendo en términos reales de manera sostenida, ya por muchos años. A modo de ejemplo, en los últimos 12 meses los sueldos han aumentado un 2,6% real en promedio. Dado este escenario creciente, los sueldos debieran ser cada vez más una motivación para entrar al mercado laboral y no para salir de él”.

Por otro lado, hoy las mujeres ( también los jóvenes en general) necesitan flexibilidad. “Sin duda juega un rol preponderante. Hay mucha gente que por razones de horario no pueden trabajar, pero no significa que no tengan la voluntad. En ese sentido, una mayor flexibilidad horaria, e incluso la posibilidad de trabajo desde el hogar (teletrabajo), serían dos ejes clave en los que avanzar para aumentar la población económicamente activa”, precisa Irarrázabal.

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