El turismo representa un potencial de desarrollo para las ciudades chilenas. Sin embargo, estas todavía no están preparadas. Por esto, expertos recomiendan realizar una estrategia integrada que considere la información, la mejora del transporte público y la seguridad como los pilares para generar valor en los principales núcleos urbanos.
El año pasado, la industria generó ganancias por unos US$3 mil millones, gracias al flujo de 5,64 millones de personas durante el periodo. Este tráfico impulsó al sector hotelero, con una permanencia promedio de 7,4 noches, y al comercio en general, con un gasto promedio individual de US$464,4.
“El turismo tiene un potencial sustancial. Eso es lo que llevó a que en su momento se creara la Subsecretaría de Turismo, para tener una autoridad que se dedicase exclusivamente a esta industria de servicios, porque en ello hay oportunidades”, explica Tomás Flores, ex subsecretario de Economía.
Un estudio de la Subsecretaría de Turismo determinó que un 22,7% de los extranjeros que ingresan al país son personas de entre 45 y 59 años, mientras que el 20,7% corresponde a aquellos que superan los 60 años.
Para los expertos, entre estos grupos se destaca a los adultos mayores como uno de los segmentos que representan el mayor potencial económico para la ciudad, debido a su mayor poder adquisitivo.
“El cambio demográfico está llevando a que haya cada vez más adultos mayores en proporción a la población. Esto hace que exista ahí un nicho atractivo que uno puede ofrecer a ese segmento”, asegura Susana Jiménez, investigadora de Libertad y Desarrollo (LyD).
Los expertos destacan a los cruceros como una de las alternativas más atractivas para la llegada de turistas de este segmento a las ciudades chilenas, por lo que recomiendan que se establezcan políticas para potenciar y garantizar la seguridad.
“Por eso es tan importante que el turismo de crucero no pueda ser afectado de nuevo por las paralizaciones o protestas que hubo en los puertos. Hace algunas semanas, por una disputa sindical, un grupo no dejó bajar a los turistas, casi los dejó de rehenes en el puerto de Valparaíso. Para ese perfil es desolador, esas personas nunca más van a volver acá y nunca van a recomendar a Chile como destino de crucero”, dice Flores.
En ese sentido, los expertos recomiendan que existan buenos sistemas de información, transporte, comunicación y seguridad, sobre todo para el segmento adulto mayor, para que puedan aprovechar los beneficios de las ciudades chilenas.
“Tiene que haber buenos sistemas de información para proveerlos de datos, tales como dónde comprar y en qué divertirse, comer y tener acceso a la cultura. Estos son elementos que son clave para que los turistas puedan satisfacer sus expectativas, las razones por las que vinieron”, manifiesta Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC).
Desde la Subsecretaría de Turismo aclaran que la información y promoción internacional es una definición que se trabaja en conjunto con el sector privado, según la Ley 20.423 dictada el 2010. Además, agregan que durante este gobierno se estableció como una de las primeras etapas de este programa un “plan de marketing” de mediano plazo que fue elaborado entre ambos sectores, lo que consideran como una de las claves para el éxito de este tipo de iniciativas.
Respecto de lo que hace falta en infraestructura en la ciudad, el presidente de la CNC manifiesta que: “la señalética caminera y de las calles es muy deficiente. También toda la información relativa a los sistemas de transporte. Hay que ponerse en el lugar de los turistas”, dice.
Para José Ignacio Puentes, gerente comercial de Denomades, empresa experta en turismo, potenciar esta actividad está relacionado con la información: “de manera que la gente se pueda preparar antes del viaje y planificar según sus intereses, saber qué es lo que ofrece la ciudad y organizar anticipadamente su visita”, explica.
Un ejemplo exitoso de cooperación entre los sectores público y privado es Nodo Turismo Chimbarongo, proyecto apoyado por Corfo y coordinado por la consultora Bigesta, que busca poner en valor a la localidad de la provincia de Colchagua para transformarse en un destino atractivo para turistas brasileños, europeos y norteamericanos.
“Este desafío debe ser trabajado de manera cooperativa y colaborativa entre los sectores público y privado, generando compromisos y acciones conjuntas que permitan mejorar la oferta, ser más atractivos y con ello fortalecer el turismo y el crecimiento económico local”, explica Lilian García, coordinadora de la iniciativa.