Economía y negocios

La nueva apuesta de los mercados naturales que se instaló en Concepción

Iniciativa reúne en un solo espacio coworking, terapias naturales y venta de productos orgánicos, a fin de consolidar en la zona un nicho que mueve al año US$ 3 mil millones en Chile.

Por: Diario Concepción 10 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-7246.jpg

Iniciativa reúne en un solo espacio coworking, terapias naturales y venta de productos orgánicos, a fin de consolidar en la zona un nicho que mueve al año US$ 3 mil millones en Chile.

Cristián Sandoval Cabezas
Contacto@diarioconcepcion.cl

El 2016 fue un año clave para este nuevo concepto de desarrollo de productos que tienen en cuenta el bien común. Ya sea por las sequías, la preocupación por el desperdicio de los alimentos y otros fenómenos naturales que están afectando el abastecimiento en el mundo. Y, además, porque también influyen en su preparación y producción. Hablamos de sostenibilidad que va más allá de los resultados de la empresa. Alimentos con sentido. Alimentos naturales. Y que según cifras de la consultora GfK Adimark, hoy representa más del 20% de las ventas del retail en la industria de alimentos procesados y bebidas en Chile. 

En ese contexto, Concepción no escapa a esta tendencia. La periodista penquista, Javiera Martínez Hernández, se atrevió con una idea que traía en mente desde hace un par de años. Emprender con un negocio que "tocara el alma de las personas". Pero para llegar a esa filosofía como base de negocio, su propia alma tuvo que ser tocada por una serie de avatares en la vida familiar, que finalmente la convirtieron en una joven mujer y profesional abocada a un proyecto innovador y necesario en Concepción: Aldea Urbana. 

Con una inversión inicial de $50 millones de pesos, 15 de ellos financiados mediante un instrumento concursable de Corfo, Javiera Martínez se hizo de un local (200 metros cuadrados, con tres plantas) cercano a la Universidad de Concepción, estratégicamente muy bien ubicado, cercano a un polo comercial que cada día crece en esta zona del barrio universitario. "Apostamos por un instrumento estatal que nos ayudara a cofinanciarnos los arreglos de infraestructura, ya que de verdad este espacio por dentro estaba en pésimas condiciones sanitarias. Y el resto, lo hice con mis ahorros de 20 años de trabajo y el apoyo de mi familia", dijo Martínez.

En esencia…

Aldea Urbana es como su dueña siente y proyecta en el tiempo. Un proyecto empresa que para llegar al alma de sus clientes ofrece productos naturales, orgánicos, patrimoniales, endémicos, bajo el rótulo de mercado natural. . Pero también, le inyecta valor agregado: se habilitó un espacio de coworking u oficinas de trabajo por horas, que ella denominó como Espacio Creativo; y otro para consultas y/o terapias de medicina complementaria (4 box), cuyo cartel reza "Espacio para el Alma".

Más allá del espíritu del emprendimiento, la periodista no está lejos de unir su proyecto y Concepción en esta nueva ruta de un mercado que nacionalmente mueve en la categoría de alimentos asociados a salud y bienestar más de US$ 3 mil millones anuales, según GfK. Y en cuanto a precios, los productos como café natural, vegetales, carnes para veganos, quesos, frutas, entre otros productos orgánicos, entre un 20% y 30% más barato que el retail penquista. 

"Yo aquí en Aldea Urbana, yo no trabajo. Hago lo que me gusta. Si tú decides participar de la Aldea y ser un aldeano más, aquí nosotros nos movemos como una manada. Todos nos apoyamos. Nos cuidamos. En el fondo, lo que queremos devolverle a la gente es su derecho a cuidarse. Desde lo más básico, como es la alimentación saludable. Como el boliche (sic) del barrio que es atendido por su propio dueño, a pasos del centro. Y con servicios complementarios, entre oficinas completamente equipadas, en un lugar donde las vibras son positivas", explicó Javiera Martínez.

Certificación, clave

A los consumidores se les ha cortejado tradicionalmente con el origen de los productos, sus ingredientes o a través de historias inspiradoras. Dado que los reclamos de ese tipo han acompañado tanto a productos artesanales como industriales, los consumidores y los reguladores buscan ahora productos cuyos reclamos estén verificados o certificados. Y ahí, la dueña de Aldea Urbana plantea como necesidad que los productos orgánicos que se hacen en nuestra Región del Bío Bío comiencen a certificarse como tales.

"Esa es una debilidad aún que como región debemos superar. La idea de Aldea Urbana es apoyar otros microemprendimientos para que posiciones sus productos en este tipo de local, pero nos hemos encontrado que muchos no tienen la certificación respectiva y ahí tenemos que optar por productos que vienen desde fuera de regiones, además de Santiago. Y mi idea, insisto, es que nuestros aldeanos sean del Bío Bío", hizo hincapié Javiera Martínez.

En esa misma línea, Aldea Urbana insistirá en posicionar en el mercado penquista productos patrimoniales y endémicos, y que habitualmente no se encuentran en el retail. "O si lo encuentras allí, su precio es más caro", insistió. 

Ejes

Se emociona cuando visiona hacia donde llegará Aldea Urbana, como hito en el negocio de los mercados naturales. "Nuestra ciudad necesita de espacios amigables, además de propiciar la alimentación saludable. Sanar el alma con terapias florales, reiki, cuarzo, masoterapia, entre otras. Y que los emprendedores que no tienen oficinas porque son muy caras, especialmente en el centro de Concepción, encuentren aquí un espacio de conversación, de trabajo, con sala de reuniones para más de 15 personas, con café, wi-fi, entre otras soluciones. Todo eso, es una experiencia social que estoy segura atraerá a nuevos clientes, o mejor dicho… aldeanos", explicó Javiera Martínez.

Los microemprendimientos penquistas que están en Aldea Urbana son Mikuna, que es una papilla natural para bebés; o Flor de Calabaza y su apuesta por almuerzos y vegetales endémicos. En definitiva, impulsar desde este mercado una filosofía empresarial basada en el comercio justo, sustentable y que contribuya a consolidar asociatividades empresariales, alimentación sana, calidad de vida, nacimiento de nuevos emprendimientos. 

"Un nuevo polo de emprendimiento en pleno barrio universitario, cerca de todo. Y recuperando patrimonio, historia, sabores, aromas, conversaciones, el cariño con la gente, el servicio a través de terapias naturales, y estar cerca de mi familia también, mi hijo que es quien también me motiva a desarrollar este sueño", enfatizó la emprendedora.

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