El monto supera los $500 millones de pesos con el que se fijó su venta en el proceso de quiebra. El dirigente aseguró que otro banco les rechazó una posibilidad de préstamo para comprar. Gobierno insiste que es un problema entre privados.
El monto supera los $500 millones de pesos con el que se fijó su venta en el proceso de quiebra. El dirigente aseguró que otro banco les rechazó una posibilidad de préstamo para comprar. Gobierno insiste que es un problema entre privados.
Felipe Placencia Soto
felipe.placencia@diarioconcepcion.cl
El conflicto de los mineros de Santa Ana sigue en Curanilahue a 600 metros bajo tierra, con cerca de 10 de 70 ex trabajadores en huelga bajo condiciones extremas y durante la jornada de ayer el presidente de la agrupación, Luis Chandía, reveló más argumentos del por qué radicalizaron su posición: el no pago de finiquitos por parte de S.W. Curanilahue por más de $750 millones de pesos que aún están pendientes.
"Cuando dicen que se han pagado los finiquitos a los mineros eso es falso. Tenemos documentos que lo comprueban. Son 177. Tenemos los proyectos de los finiquitos, tenemos los papeles. Es muy difícil, pero se nos deben $4 a $5 millones de pesos cada uno", explicó Chandía.
Añadió que como miembros de la junta acreedora, pidieron que la mina a carbón fuera vendida a $ 1.000 millones. Sin embargo, dada la dificultad de oferentes por tal cantidad, esta fue bajando hasta llegar a $500 millones.
"La idea es que se pudiera alcanzar a pagar algo de lo que nos deben a nosotros. Entonces, qué pasa: ahora como no llegó nadie a ofrecer este dinero, pensamos que después podría venir el remate por lote. O sea, vender por una camioneta, una maquinaria. Hacerlo por unidad. Significa que difícilmente podamos volver a trabajar en ella. Es por eso que pedimos que se nos adjudicara la mina por cargo a lo que se nos debía y eso no es posible de hacerlo", acotó el dirigente.
Otro banco se niega
Es por ello que para los ex mineros de Santa Ana, hoy también acusados por robo con fuerza en lugar no habitado por parte del liquidador Tomas Adrews Hamilton, lo ideal sería que ellos pudieran comprar la mina, pero ningún banco acoge la petición. Es más, otra entidad financiera también les negó un préstamo.
"Se cayó por demandas que había hecho el síndico tiempo atrás. Dijo que si habían demandas de por medio no estaban interesados en financiarnos", aclaró Chandía.
Sobre las peticiones al Gobierno Regional, subrayó: "La plata que pedimos no es para comprar la mina. Lo que buscamos también es pagar los créditos de igual o mejor preferencia: los honorarios del sindico ( Tomas Andrews), los gastos que ha generado la quiebra y las AFP, que están en el mismo lugar de mejor preferencia".
Respecto al no diálogo con el Gore Bío Bío, pese a los acercamientos logrados por el Seremi de Minería, Lautaro Benítez, volvió a reiterar que el paso es llegar a la Presidenta Michelle Bachelet directamente.
"En lo concreto es que hay una reunión con alcaldes de la provincia de Arauco, según lo que me dijo el alcalde de Curanilahue, Luis Gengnagel", adelantó Chandía.
Ante la falta de diálogo entre los mineros y el Gobierno Regional y la búsqueda directa con La Moneda, el seremi de Minería, Lautaro Benítez, declaró que "no voy a oponerme a las gestiones que ellos quieran realizar por las vías que correspondan y de la forma que ellos lo planteen. Ayer comparecimos y ellos pudieron expresarse. (…) todo el mundo puede apreciar hoy día que los compromisos del Gobierno están cumplidos y ya supera la actuación del Estado. Tiene que ver en la resolución de un conflicto entre particulares. Entre el liquidador, el señor Andrews, el señor Menares, como presidente de la junta de acreedores, y los ex trabajadores como interesados en el concurso o quiebra".
Sus dichos se enmarcan en los antecedentes entregados hace unos días, en que se reveló que el Gobierno ha invertido más de $2 mil 360 millones de pesos, enfatizando que el Gobierno Regional sí ha estado con los mineros.
Es por ello que el seremi Benítez, quien ayer en la tarde se reuniría con los consejeros regionales por la situación, insistió en que "las cosas están en el ámbito de la responsabilidad del liquidador, de la junta acreedora de la quiebra (…) nosotros lo que pedimos es que se deponga la manifestación, que se abandone el recinto", mostrándose preocupado también por la peligrosidad de la huelga de hambre de los 70 mineros, muchos de los cuales fueron revisados por personal del Hospital de Curanilahue.