La investigadora repasó lo realizado en 11 años, pero fue clara al plantear que han fallado en poner más productos en el mercado, en un contexto de baja inversión en I+D pública-privada.
La investigadora repasó lo realizado en 11 años, pero fue clara al plantear que han fallado en poner más productos en el mercado, en un contexto de baja inversión en I+D pública-privada.
Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl
El Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, que cumple 11 años de existencia, mantiene en ejecución una treintena de proyectos de investigación y desarrollo en diversas áreas como la Forestal, Acuícola, Biocombustibles; Microbiología y Fitoquímica.
Proyectos que van desde el estudio genético para la resistencia al frío y sequía de plantaciones forestales; generación de biocombustibles de segunda generación, hasta desarrollo de biomateriales, Omega-3 y nutracéuticos a partir de micro y macro algas.
Pero además iniciativas en genómica acuícola para el manejo sustentable, y biotecnología para producción de abalón; control de enfermedades forestales a través del desarrollo de bioproductos, y la obtención de alimentos funcionales a partir de uva país.
Así lo explicó la subdirectora, Sofía Valenzuela (fotografía principal) quien ahondó en lo avanzado y en los desafíos pendientes.
Cabe recordar que el Centro de Biotecnología surgió como una iniciativa desde la academia, que buscaba fomentar la investigación en biotecnología para fortalecer las capacidades de I+D de los sectores económicos más relevantes de la Región del Bío Bío.
Fue inaugurado en septiembre de 2005 por el entonces presidente Ricardo Lagos y el intendente Jaime Tohá.
Transferencia tecnológica
Sofía Valenzuela reconoció que han creado servicios y una amplia gama de conocimiento, pero "quizás hemos fallado en poner más productos en el mercado", sostuvo.
Por esta razón, ahora viene la fase de pasar del conocimiento a lograr poner un producto en el mercado, para lo cual han hecho dos ejercicios:
Con el área tecnológica, han estimado todo lo que tienen a la fecha y analizar qué porcentaje de esto, realmente, se puede transferir. Y, obviamente, detectar a quién le interesa.
Además, el centro ha comenzado a funcionar como una incubadora, adoptando gente joven con espíritu emprendedor.
Acá destaca la empresa Florescencia, que tiene por objeto la obtención de extractos de flora nativa chilena y la elaboración de aceites esenciales orgánicos de origen vegetal 100% naturales, extraídos desde especies locales nativas, endémicas y exóticas con reconocida acción medicinal, especiales para uso en aromaterapia, medicina natural y desinfección de ambientes, planteó la subdirectora, Sofía valenzuela.
Desafíos
Con todo, la profesional fue crítica de la baja inversión I+D por parte de los distintos gobiernos, así como de la poca intención de las empresas en invertir en investigación.
A esto, dijo, se suma que ya hace una década Chile invirtió en enviar a gente al extranjero a especializarse vía doctorados en áreas deficitarias.
"Hoy, están obligados a regresar, pero resulta que muchas veces las empresas no los contratan porque sale muy caro y dudan del real aporte a la compañía en cuestión, toda vez que investigación no hacen, que es un argumento que se repite".
Recordó, sin embargo, hay esfuerzos de Corfo y Conicyt que subsidian la contratación, pero aun así sobran esos incentivos, porque no está la cultura todavía, estimó Sofía Valenzuela.
La sub directora aclaró que, en todo caso, se han hecho cosas con poca inversión estatal en I+D, pero el problema, dijo, es el destino que se le da a ese dinero.
"Lamentablemente, los distintos gobiernos ponen sus propios énfasis, afectando muchas veces la continuidad de proyectos. Los investigadores necesitamos dinero para hacer investigación, pero cuatro años es muy poco tiempo para llegar a resultados concretos e importantes. Entonces, uno puede tener poco dinero, pero urgen estrategias a largo plazo".
Bioenercel
Un buen ejemplo de aporte empresarial es Bioenercel, empresa creada con financiamiento Corfo, orientada a desarrollar, adaptar e implementar tecnologías relacionadas con la producción de biocombustibles de segunda generación, como bioetanol y bio-oil, a partir de recursos forestales. Participan Universidad de Concepción, Fundación Chile, Arauco S.A., Masisa S.A., Cmpc S.A., y Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Su objetivo es sentar las bases para la introducción de los biocombustibles de segunda generación a la matriz energética nacional.
Congreso internacional
La conferencia internacional Iufro Tree Biotechnology 2017, organizada por el Centro de Biotecnología UdeC, congregará a decenas de investigadores, académicos, estudiantes y emprendedores de más de 40 países, en torno a los últimos avances científicos, aplicaciones y desarrollos biotecnológicos del sector forestal. La cita será en el Hotel Sonesta en Concepción, entre el 4 y 9 de junio del 2017 (www.iufrotreebiotech2017.com).