La semana pasada se conmemoró el día de la lucha contra esta enfermedad, que está muy presente en toda la sociedad. En el ámbito deportivo también hay muchos exponentes que la sufren de forma constante o en algunos periodos, y atletas consultados destacaron que es clave pedir ayuda cuando no se vive un buen momento. Además, desde el mundo de la psicología se destacó que a partir de la pandemia todo lo relacionado a la salud mental tiene una consideración mayor y se le está dando la relevancia que corresponde.
Tuvo una de las carreras más brillantes en la historia. Sumó 28 medallas olímpicas, 23 de ellas de oro, la mayor cantidad que tiene cualquier atleta. Exitoso en su disciplina, Michael Phelps sin dudas es una de las grandes figuras planetarias de la natación y del deporte en general. Una fama y reconocimiento que muchas veces se cruzó con problemas fuera de la piscina, asociados en buena parte a la depresión, enfermedad con la que debió lidiar casi toda su vida.
En noviembre del año pasado, en el World Business Forum #WOBI en Madrid, el “Tiburón de Baltimore” entregó un profundo testimonio al respecto. “En 2014, tuve la segunda depresión. No quería estar vivo. No comía, no bebía, me fui a un centro de recuperación. Estaba luchando por mi vida más de lo que la gente podía imaginar. En esos momentos, cuando estaba mal, me daba golpes porque pensaba ‘no estoy haciendo mi trabajo’”, dijo.
En ese momento, Phelps acudió a un centro de rehabilitación y destacó la importancia que tiene hablar de los problemas mentales, no ocultarlos y menos dejarlos en el silencio del ámbito interno. “Si todos habláramos es algo que se normalizaría. Eso sí, con la pandemia todo este asunto ha evolucionado. Si alguien se siente solo, como ocurrió en la pandemia, es bueno que comparta sus emociones. Compartiendo lo que nos pasa y nuestros sentimientos nos podemos ayudar mucho. Nada es perfecto en la vida, pero sirve que nos abramos”.
Por eso, quiere que su experiencia, lo que vivió, pueda servir de ejemplo para los demás. “Quiero ayudar a las personas que lo están pasando mal. Quiero salvar vidas. Yo también pensé en suicidarme y quiero ayudar a esta gente. Hay luz al final del túnel. Hablar de estos temas me ha salvado la vida. Me encantan estos temas. Quiero hacer todo lo que pueda para ayudar a la gente que lo está pasando mal. Quiero recordar a la gente que no están solos”, indicó.
Un claro ejemplo de que, más allá del éxito, el dinero y la fama, un deportista de alto rendimiento también lidia con este tipo de problemas, que sufre la sociedad en general. A veces, se tiene la imagen que un atleta debe rendir sin importar cualquier situación externa, pero la depresión o alguna otra condición relacionada a la salud mental es casi tan importante de tratar como una lesión física.
Margarita Masías es atleta y entrenadora de este deporte. Para ella, el tema de la salud mental “es delicado, pues afecta en todos los aspectos de la vida, y cuando uno es deportista, si quiere rendir bien, debe enfocarse en atender su salud mental cuando las cosas no andan bien”.
Al respecto, agregó que “personalmente, me ha pasado que he pedido ayuda a un psicólogo deportivo cuando estoy un poco desorientada con los objetivos por ejemplo. Igual cuando uno sufre decepciones deportivas que son muy dolorosas, porque uno dedica la mayoría de si tiempo a esto, ahí debe pedir ayuda. Hay que ser responsable, porque si la cabeza no está bien, por mucho que uno se sienta bien físicamente no va a rendir como quiere y eso va a traer más desilusiones”.
La atleta dijo que en Chile se ha avanzado en torno a este tema, pero falta camino por recorrer. “Todavía cuesta que se le dé la importancia que se necesita en nuestro país, pero creo que ya está considerándose mucho más que antes, así que igual es un buen paso. Igual es de suma urgencia que todos los deportistas tomemos conciencia de lo relevante que es la salud mental en cuanto a las frustraciones deportivas, asesorarse, cómo salir adelante”. De su experiencia, detalló que “por mi parte yo lo he hecho y creo que también he sido consciente que cuando estoy mal psicológicamente no busco grandes objetivos hasta mejorarme bien. Esto debe tratarse igual que una lesión física, tomarse el tiempo para recuperarse, hay que vivir el proceso, acompañado de un psicólogo deportivo y cuando pase, sane ese proceso, volver a ponerse metas importantes, grandes y alcanzables para uno. Es importante buscar ayuda en el tema de salud en el deporte y en la vida en general, es muy relevante”.
Raúl Umaña es entrenador de balonmano y del programa Promesas Chile. Por ello, trabaja principalmente con atletas jóvenes. “Es una situación compleja de llevarla como técnico, porque uno necesita sacar rendimiento del deportista y normalmente los lleva a situaciones extremas de esfuerzo. Los resultados a veces tampoco son los esperados y para los que uno se prepara, por lo que hay que trabajar la tolerancia a la frustración y sobre la motivación”, comentó.
En esa línea, agregó que “de igual forma es muy necesario, conocer a fondo a los deportistas y saber cómo van sintiendo las cosas y cómo llevan la vida, porque no se les puede presionar cuando su cabeza no está preparada para la exigencia. Como también el trato, debe adaptarse para poder reencantarlo y que encuentre una salida a los problemas que pueda tener en el deporte y que no se pierda con otras cosas. Es importante poder entender esos procesos, que puedan parar en caso de que lo deseen y siempre mantener contacto”.
Umaña destacó también que “es vital en estos casos la ayuda profesional especializada, que apoye en la recuperación del sentido de vida de deportistas con depresión, que les entreguen herramientas para enfrentarlo y que puedan salir lo mejor y más rápido posible”.
Alexi Ponce, psicólogo deportivo y director de Go Focus, comentó sobre la depresión que “tampoco es que en los deportistas esté más presente, pero sí tiene un efecto distinto por el reconocimiento que tienen o el impacto que provoca por eso mismo, pero los indicadores son bastante menores que en la población en general”.
El psicólogo afirmó que “es muy importante que la población entienda, que no tiene que ver con el éxito mediático, el reconocimiento o ese tipo de variables. La depresión es algo que afecta a cualquier persona, incluyendo a los deportistas y puede resultar un poco inexplicable, aunque a veces eso pasa en todo ámbito. De repente uno dice ‘y cómo está persona tiene depresión, si lleva una vida relativamente tranquila, con una familia que lo apoya, con una situación personal, laboral y familiar adecuada’. La depresión tiene esa característica, que sorprende que alguien pueda deprimirse, cuando es algo que a todos les puede pasar”.
En el caso de un deportista, pese a tener problemas de salud mental puede verse forzado a competir, por compromisos publicitarios, de otro tipo o bien por la relevancia de la competencia. Ponce comentó que “eso es interesante desde la perspectiva que debe tener un apoyo, algún tipo de asesoría, de trabajo para poder manejar situaciones que son complejas y exigencias propias del deporte. En eso, la psicología clínica y la psicología deportiva también pueden aportarle muchas herramientas”.
El psicólogo también afirmó que la salud mental tiene una mayor consideración a partir de la pandemia. “Dentro de lo negativa que fue, puso muy en evidencia temas relacionados en la población en general, y evidentemente también en los deportistas. Hoy se habla de una manera mucho más sana, más rápida, mucho menos tabú el tema de la psicología y de la salud mental, como un elemento importante en el desarrollo integral de las personas”.
Al respecto, agregó que “debemos rescatar eso que nos dejó la pandemia. Entender que estar aislados, solos, todo lo que nos significó el estado de pandemia que vivimos puso de manifiesto que estos temas son importantes, que se deben trabajar, que hay que recurrir a los profesionales adecuados. Y el deporte no escapa a eso, dejó en evidencia todo este tipo de situaciones y creo que hoy día la preocupación general por el bienestar de la persona pasa por esta mirada amplia del concepto de salud de un estado de bienestar psicosocial”.