Vivió su cuarto y último torneo con La Pampa de forma muy especial. Fue figura con dos oros y una plata y ahora prepara su salto a la categoría U23.
Tiene 19 años, es oriunda de Chiguayante y brilló en los Juegos de la Araucanía… Una vez más. Amparo Herrera fue oro en 5 mil y 3 mil metros, además de plata en 1.500. La Pampa fue su último torneo de este tipo y ahora prepara cosas mayores.
“Estos juegos fueron bien especiales por ser los últimos, todo me daba nostalgia. Estuve en 4 Araucanías, desde la pandemia en adelante, pasé por varias generaciones y los Juegos han sido parte de todo mi progreso como deportista”, comentó la atleta.
También habló de su compañera, con la que hizo doblete en varias carreras, y expresó que “ahora la Javi (Sierra) debería ser mi relevo y ella, además, ha sido súper importante para mí porque cuando entrenamos y corremos a veces me tira, a veces lo hago yo y nos apoyamos mucho, mejoramos una gracias a la otra”.
Echando la memoria atrás, repasa que “empecé a pensar en mis comienzos y en lo nerviosa que me ponía cuando era chica. De verdad que era demasiado. Ahora no tanto, pero es la misma sensación de siempre entrar y tratar de dar lo mejor. Desde chica siempre quise ganar todo”.
Entra a la pista y todos esperan verla en el podio. Ampara confiesa que “ahora el cambio es que entro con harta presión porque todos esperan que una logre medalla y lo único que hago es pensar en dar lo mejor y confiar en mí. Si doy lo mejor, la medalla tiene que salir. Eso mismo me dice el profe Jorge Grosser”.
De este 2026, señala que “partí mal el año, con molestias en el pie por una fascitis y ahí me perdí hartos campeonatos, pero terminó siendo bien movido porque fui a Perú, Colombia y Argentina. Ha sido mi año con más competencias y lo que más me queda fue cuando hice mi mejor marca en los 3 mil en Perú, hice 10 con 8”.
Además, entró a la universidad y comentó que “estoy en Primero de Kinesiología en la UDD y no es fácil. Repaso y estudio en los tiempos muertos, aprovecho el viaje en micro, camino al entrenamiento, cuando estoy en el kine. Todo tiempo sirve y el sacrificio vale la pena”.
La pista se pone cada vez más dura y sostiene que “el 2026 subo a la categoría U23 y empiezo a competir con las adultas. Lo bueno es que por fin voy a poder correr acompañada porque en U18 y U20 siempre he corrido sola, sin nadie que me tire y ahora voy a tener niñas mejores que yo, de 22 y 21 años que me pueden apoyar y lograr mejores marcas. Voy a ser la más chica sí, va a ser un gran desafío”.
Armando su calendario, indica que “en agosto viene el Sudamericano de esta nueva categoría, pero todavía no tengo claro donde. En mayo toca el Nacional en Santiago”.
Sonríe y relata que “en mi familia y en la universidad todos están contentos y nadie entiende cómo lo hago. A veces yo tampoco sé cómo, pero funciona. Es más que todo organización y que me gusta lo que hago”.
Por último, detalló que “el viaje de vuelta en bus, con el grupo de los Juegos fue con mucha pena y ahí dije unas palabras frente a alguien del IND y me di cuenta cuántas personas conocí gracias al deporte, gente que me vio siendo chica y también me han apoyado harto. Ha sido bien bonito”.