Deportes

Nadar como estilo de vida: Catalina Lara y sus historias dentro del agua

Con 21 años y formándose como futura gastrónoma internacional, la estudiante-deportista se ejercita más allá de lo recreativo. “La natación me enseñó a ser meticulosa y me da mucha energía”, asegura. Partió junto a su madre en trekking y ha hecho un tour por los deportes acuáticos, incluso, con una curiosa anécdota.

Por: Carlos Campos 12 de Octubre 2020
Fotografía: Catalina Lara

Pocos estudiantes viven el deporte con la madurez de Catalina Lara. Sin perder esa cuota de humor que suele tener todo deportista, la estudiante de gastronomía internacional de la sede San Andrés de Duoc UC, se las ha arreglado desde muy pequeña para crecer ligada al ejercicio.

Hoy destaca en la natación, pero sus inicios fueron muy lejos del agua. “Era chica y mi mamá no me mandaba a gimnasios ni nada, por lo que entrenaba con ella en la casa. En ese tiempo vivía en Talcahuano, por lo que salía a trotar o a hacer trekking con ella. Ese fue mi primer deporte”, repasó Catalina.

Hasta ahí, era netamente todo diversión y nada más que eso. Pero, con el paso del tiempo, el deporte se fue transformando en todo un hábito para ella. “Más grande entré a la Ymca y estuve participando en ballet acuático. Me metí a remo en el Deportivo Alemán también, por Llacolén. En Playa Blanca, tiempo después, aprendí más de deportes acuáticos como el bodyboard y el windsurf. Ahí agarré vuelo. Así que, cuando entré a la universidad y vi que había natación, me anoté de inmediato”, agregó.

Puro crecimiento

Más allá de algún chascarro que a cualquiera puede ocurrirle, los años de Catalina Lara en Adesup, junto al apoyo familiar, han sido para ella tremendamente valiosos. Hoy cursa tercer año en Duoc UC de gastronomía internacional, una carrera que compatibiliza con el deporte a la perfección, incluso en otros aspectos.

“Ha sido muy gratificante en cuanto a como llevar una vida saludable. Mi mamá me habló mucho sobre este tema al entrar a la universidad. Me alimenté bien siempre por ella, por lo que una vez estudiando podía caer en el típico mal hábito de comer cualquier cosa por apuro”, comentó, agregando que “por lo mismo, me insistió que practicara un deporte en la universidad. La natación me enseñó a ser meticulosa en cosas como, por ejemplo, levantarme temprano para tener energía”.

Ya dentro de lo deportivo, “Cata” tiene una anécdota que hoy narra entre risas, pero que al momento de protagonizarla no le causó mucha alegría. “Primero, siempre pensé que natación en Duoc sería sólo para chapotear y hacer ejercicio, como un taller. Un día me dijeron que iríamos una competencia a Santa Juana y no entendía nada. Me explicaron y estaba nerviosa, pero obvio fui. Estando allá, me pasó de todo y nunca olvidaré que entré a la piscina cuando estaban en plena competencia”, reveló.

Sobre aquel incidente, Catalina contó que “eso era descalificación para todo el equipo. Estaban otros en 50 metros espalda y sentía que los jueces me miraban mucho, pero creía que me tocaba y entré nomás al agua. Ahí sentí que un nadador venía rápido e, incluso, pudo ser un accidente. Una jueza me dijo que de inmediato saliera. Estaban todos muy enojados, pero llevaba sólo dos semanas y era nueva, así que nos perdonaron”.

Hoy, como miles de penquistas, la estudiante de 21 años está en su casa. Por ahora, la natación es sólo un lindo recuerdo. “Una está muy acostumbrada a un ritmo de vida activo, por lo que todo este tiempo ha sido muy desmotivante. Estuve esperando tanto que llegara marzo para competir y que te lo arrebaten así es difícil. Pero debemos darnos ánimo y seguir cuidándonos. En el equipo me eligieron capitana, así que la consigna es motivar al resto, seguir entrenando y mantenernos en ese hilo”, cerró Catalina, un gran talento acuático del Duoc UC.

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