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UdeC sumó tres puntos que pueden significar la permanencia

Triunfazo del Campanil ante un rival directo. UdeC ratificó el alza ante La Serena y silenciosamente trepa en la tabla.

Por: Carlos Campos 16 de Septiembre 2020
Fotografía: Cedida

Se jugaban más que tres puntos ayer en La Serena y así lo entendió el Campanil, que festejó con todo el triunfazo 1-0 obtenido. Partidos así se definen por detalles y errores hubo por ambos equipos, pero quien supo golpear fue la UdeC. En una muy buena presentación que ratificó lo mostrado en los duelos anteriores ante Unión Española y Unión La Calera, el elenco auricielo dio el golpe y venció a La Serena.

Tuvo que pasar un año y medio para que UdeC volviera a ganar dos partidos consecutivos y vaya que sufrieron ayer en el norte. Fueron muy parejos los 45 iniciales y casi no hubo oportunidades claras de gol, más allá de algunos acercamientos muy tibios. Por lo mismo, cuando Paredes se anticipó a Godoy en el 48’, Acevedo y plantel pensaron lo peor. El delantero local se juntó con “Chupete” Suazo, quien a la salida de Reyes devolvió gentilezas con Paredes. Con arco descubierto, el atacante ex Palestino marcaba un muy buen gol para La Serena, pero milagrosamente Nicolás Correa se barrió en la línea y despejó. Fue un milagro, que en UdeC se festejó como si hubiesen anotado un gol.

No perdonó

Mayores ventajas no se sacaron en el segundo tiempo. La Serena y UdeC animaron un partido tenso en el que ninguno quería arriesgar más de la cuenta. La preocupación más grande era intentar dejar el arco en cero y atacar rápido por las orillas cuando hubiese espacios.

El local trató de acercarse, pero se encontró con un sólido Correa, que se envalentonó y creció tras aquella milagrosa jugada del 48’. Grandes peligros no pasó el portero Reyes, quien de todas maneras impidió el gol en tibios acercamientos de un “Chupete” Suazo ofuscado con sus compañeros.

Al 78’ hubo un cambio clave. UdeC era más que La Serena y de a poco se acercaba al primer gol, pero el equipo de Acevedo no quedaba cómodo al momento de definir. Así, Maxi Quinteros salió de la cancha por lesión y su reemplazante no fue otro delantero, sino que el defensa Hardy Cavero. A todas luces podía dar la impresión de que el DT de UdeC estaba conforme con el empate y que buscaba cuidar el punto. Todo lo contrario. Cavero quedó como lateral y Leandro Díaz pasó desde la zaga a una zona más ofensiva, acompañando en el ataque a Waterman y al ingresado Antonio Ramírez, quien otra vez entró bien.

Tres minutos después del cambio, Leandro Díaz apuró en la salida al defensa David Achucarro. El joven lateral le quitó la pelota y desde ese momento ya sabía lo que haría. El ex Fernández Vial avanzó mientras los defensas se preocuparon de marcar a Cecilio Waterman, quien fue muy inteligente marcando un pase que nunca llegó. Díaz remató con furia, batió a Zacarías López y desató gran euforia. No importó el protocolo y como en casi todos los partidos del torneo, los jugadores se abrazaron festejando un golazo. Faltaban sólo 10 minutos y el Campanil debía aguantar como fuese. El local no lo podía creer y sintió el golpe. Era un choque demasiado clave en la lucha por no descender y lo perdieron, pero con el pitazo final tampoco hubo festejos tan desmedidos en UdeC.

Acevedo fue cauto, sabe que al torneo le restan largas fechas y que por más que dieron un gran paso y avanzaron en la tabla, todavía hay mucho por pelear. “El trabajo paga a la larga. Respetamos mucho a los rivales y todos los encuentros serán difíciles. Tenemos que ir partido a partido mirando para arriba que es más fácil, siguiendo la línea y con mesura. No debemos creernos nada, sólo es el trabajo el que nos dará buenos resultados”, comentó el DT del Campanil post partido.

Puntos vitales para UdeC y una enorme revancha para Leandro Díaz, quien no fue considerado por Bozán en planteles anteriores y que ayer en La Serena se transformó en el gran héroe de un equipo que sólo sueña con seguir en Primera.

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