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“Lopi” Cáceres: el histórico que encesta desde los comienzos de Adesup

Por: Diario Concepción 16 de Septiembre 2019
Fotografía: Carolina Echagüe M.

“Jugué entre los años 1999 y 2005 aproximadamente por la UBB, donde estudié Ingeniería en Construcción. Antes, el torneo se llamaba Unisur y participaban equipos de Talca, Temuco, Osorno y Valdivia. Por la provincia, los representantes éramos la UBB además de la UdeC, la Ucsc y la UTF Santa María”.

“Fue una linda experiencia porque estás representando a una parte importante de tu vida, sobre todo para los que estudiamos en una sola universidad. Sentir el respaldo de compañeros y docentes cuando jugábamos de local, fue siempre una grata experiencia. Que te reconocieran en la sala de estudios, en el casino o la biblioteca era algo entretenido, aún a mi edad de repente alguna persona me ve y me dice, “oye, tú estudiaste en la UBB, recuerdo haberte visto jugar”, y cosas así. Además, tuve la oportunidad de jugar un nacional universitario de local, a gimnasio lleno todas las jornadas… fue algo inolvidable”.

“Lo que más recuerdo, era algunos viajes que tenía junto a mi hermana (ella jugaba por el equipo femenino de la UBB), tuve la suerte de hacerlo en varias oportunidades. No me acuerdo de muchos logros, sí de algunos triunfos lindos ante la UdeC o la U. Austral, que en esos años eran grandes equipos. Pero lo mejores eran contra la UC del Maule, ya que con ellos siempre se peleaba la clasificación al nacional universitario”.

“Realizar deporte universitario o por algún establecimiento educacional, lo considero sumamente importante en el desarrollo de cualquier deportista, pero también en lo personal. Poder practicar, entrenar, viajar con compañeros de otras carreras, conocer las distintas realidades a las que uno está expuesto, es una enseñanza para toda la vida”.

“Debemos aprender de la realidad de Estados Unidos, donde el 80 o el 85% de los deportistas profesionales pasan por el deporte universitario en sus distintas categorías, es importante educarse y desarrollarse personalmente. Así, al dedicarse al deporte profesional o a la vida laboral, se logran hábitos que complementan la vida cotidiana”.

“Nunca dejé de jugar por mi club (Deportivo Alemán), por lo tanto, siempre me mantuve compitiendo en las distintas categorías en las que podía participar, quizás lo valoro más que en lo deportivo, desde el desarrollo personal. Para mí esa experiencia es lo más maravilloso”.

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