El estudiante de Odontología ha tenido una ascendente rendimiento en su casa de estudios. Acaba de ser parte de la selección chilena en la Universiada de Nápoles, y repasó lo que fueron sus inicios en el deporte y las metas que se pone a nivel personal y grupal en el Campanil.
Cuando vivía en Villarrica, localidad a la que llegó a los cuatro años con su familia desde Temuco, Benjamín Ruiz tenía muchos intereses, tanto en el ámbito deportivo como en otros. Sin embargo, eligió un camino que, con el paso del tiempo, sin dudas se transformó en su mejor elección, en el que fue ayudado por una importante influencia familiar.
“Fue difícil la decisión de quedarme en el vóleibol, porque al mismo tiempo practicaba gimnasia artística, básquetbol y tocaba violín también. Partí desde muy chico, cuando tenía cuatro años acompañaba a mi mamá, Viviana Gallardo, que dirigía al equipo del Colegio Alemán de Villarrica. En ese tiempo tenía al plantel de mujeres, pero estaba más de ayudante que de entrenadora. Después, ya empecé a entrenar en Primero Básico”, comentó Ruiz.
De esa primera etapa en el deporte, a nivel escolar, aseguró que fue de mucho crecimiento, evolución y también de tener excelentes resultados, lo que fue aumentando su pasión por esta disciplina. Algo que le sirvió mucho, pues él mismo reconoce que el vóleibol no cuenta con mucha popularidad en la primera infancia, debido a la manera en que se practica para ir aprendiendo de la mejor forma.
“Creo que todo jugador de voley sabe que cuando uno parte con este deporte es súper tedioso, porque es lento el aprendizaje y el desarrollo. Pero a mí me gustaba mucho y se me hacía más fácil que a los demás. Empecé a destacar en los partidos amistosos que teníamos como encuentros mini y cosas así, hasta que me tocó a ir a la primera competencia más grande del colegio que es el nacional de establecimientos alemanes. Eso fue cuando estaba en Quinto Básico. Después con mis compañeros de curso comenzamos a tener buenos resultados a nivel regional, clasificando al colegio para representar a la Región en dos oportunidades en nacionales escolares”, dijo.
Y en esas competencias, hasta ese momento inéditas para su establecimiento, Ruiz y sus compañeros cumplieron excelentes desempeños. “En el primero conseguimos el tercer lugar, resultado histórico para el colegio. Más adelante, en Primero Medio, ganamos el nacional de colegios alemanes, otro hecho muy destacado, compitiendo con colegios con harta tradición en el vóleibol, como son el colegio Thomas Morus o el Colegio Alemán de Santiago”.
Ruiz comentó que tras estos logros su carrera siguió en ascenso. “Me llamaron para representar a la Región en los Juegos de la Araucanía, en donde nunca conseguimos buen resultado. Pero fue cuando llegué a la UdeC donde sentí un salto de calidad importante, con las correcciones más importantes de parte de mi actual entrenador, Guillermo Jiménez”.
Para su etapa universitaria, aseguró que “la UdeC siempre fue mi primera opción. Entré en 2016 y me preocupé muy poco del vóleibol, porque entré a Kinesiología. Finalmente, no me gustó la carrera y volví a Villarrica el segundo semestre, para hacer preuniversitario. Así, logré entrar al siguiente año a Odontología. Y en esa temporada, me empecé a dedicar más a fondo al vóleibol”.
Sobre lo que ha sido su paso por el Campanil hasta ahora, comentó que “en lo deportivo me ha servido enormemente para mi desarrollo y, obviamente, espero que siga así para todo lo que me queda. En lo académico lo mismo. Tuve mis tropiezos, pero aprendí de ellos (ríe). Me ha dado experiencia y me ha servido para forjar el carácter. Te enseña de liderazgo y trabajo en equipo, cosas que a todos nos sirven para la vida. Así que me ha ayudado igualmente para mi desarrollo como persona, en aspectos que me van a servir para mi crecimiento como profesional más adelante”.
Cuando no está entrenando y jugando, Ruiz, de 1.86 metros y que ayer cumplió 22 años, señaló que le gusta hacer cosas como “ver películas, escuchar música y juntarme con mis amigos”. En lo deportivo, se pone ambiciosas metas para lo que viene con la UdeC.
“Mi idea es salir campeón de todo lo que se pueda. Hay que apuntar alto para conseguir grandes cosas, y pienso que tenemos la materia prima para lograrlas”.