Cultura y Espectáculos

Teatro Biobío proyecta alcanzar los 100 mil asistentes durante 2019

Su directora ejecutiva, Francisca Peró, destacó el gran comportamiento del público, el cual ha demostrado lo necesario del espacio para el quehacer cultural de la ciudad.

Por: Mauricio Maldonado 21 de Septiembre 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Las cifras hablan por sí mismas: 43.788 espectadores han asistido, hasta el momento, a las 189 funciones, de las distintas disciplinas artísticas, programadas por el Teatro Biobío en sus dos salas. 49,7% de estos espectáculos han sido con entrada liberada.

Un número que se sumaría a los 54.520 personas que fueron parte de la temporada 2018, lo que hace proyectar que en menos de dos años de funcionamiento -su inauguración fue el 7 de marzo del año pasado- el espacio cultural penquista superaría con tranquilidad los 100 mil asistentes.

“Queda demostrado que el teatro era necesario, sobre todo, estamos contentos con el trabajo que hemos realizado, pero hay que resaltar que es un proyecto que viene de una política pública. Y todavía podemos crecer mucho más, porque el porcentaje de ocupación de la sala puede aumentar y seguiremos trabajando para que el público vaya adquiriendo más hábito de consumo cultural, para que nuevos públicos que no estén llegando al teatro lleguen. Entonces, hay harto por hacer y nos motiva mucho esta cantidad de público alcanzado”, comentó Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío.

Cantidad de asistentes que guardan estrecha relación con la manera en que el edificio ha planteado su programación: todas las semanas hay diferentes actividades y también temporadas y ciclos, principalmente, de expresiones escénicas.

“Estamos súper contentos, porque una de las cosas que pensábamos que teníamos que cumplir, y que igual era un desafío, era tener una cartelera permanente. Lo que quiere decir es que tenemos programación todas las semanas, generalmente, concentrada entre jueves y sábado, pero a veces entre martes y sábado. Teníamos un cierto temor con esto, era un riesgo de cómo se iba a comportar el público”, apuntó la directora ejecutiva.

Recalcando que el tema de las temporadas “es algo fundamental, o sea, lo dicen varios sociólogos, el hábito de consumo cultural tiene que ver con, efectivamente, la periodicidad de la oferta y lo vemos en otras industrias del entretenimiento, como el cine. Una vez, por ejemplo, estaba en una función en la sala de cámara, en que había un conversatorio, y una persona del público expresó que venía muy seguido al teatro y, en lo puntual, a esa sala, a ver lo que había esos días, independiente de lo que se presentara. Lo que muchos también hacen, ir a disfrutar de lo que esté programado. Por otro lado, es un espacio para los artistas de la Región, que hacen un trabajo maravilloso y estar ahí -sala de cámara- tres semanas para ellos también es algo bastante importante”.

En este sentido, el 53% de los espectáculos ofrecidos estos meses del 2019 han sido de artistas o creadores de la Región, 37% de exponentes nacionales y un 10% de carácter internacional.

Con esta cantidad de espectadores queda claro que la “marcha blanca” del espacio quedó atrás, convirtiéndose ya en parte de la cartelera cultural regular y habitual de la ciudad. “Sin duda, en términos de panoramas tenemos ese objetivo en cumplimiento y creo que habría que ‘sacarle más punta y brillo’, queda mucho por hacer. El primer año tuvimos una cantidad de espectadores importante, y la verdad que hasta yo me sorprendí cuando mi equipo me dijo que llegaríamos a los 50 mil espectadores, porque es un montón de gente. Lo interesante ahí es que, si bien hemos dado acceso gratuito a varios de nuestros espectáculos, el público igual está dispuesto a pagar una entrada, lo cual evidencia también que se valora el trabajo de los artistas”, dijo Peró.

Camino intenso

Si bien gran parte de la oferta cultural del Teatro Biobío va por el lado de los montajes teatrales, de a poco han ido introduciendo otras expresiones igual de valoradas y apreciadas por los espectadores, fundamentalmente, con funciones en su sala principal.

“Ha quedado demostrado que esta sala es un espacio multipropósito y creo que otro de los desafíos con nuestro edificio era poder hacer y acoger diferentes expresiones artísticas, y lo hemos logrado con miras de querer más. Para el cine, por ejemplo, si bien no era un foco inicial, la sala está bastante bien implementada, por eso, acogimos algunos hitos del séptimo arte y esperamos contar con más festivales en el futuro próximo”, destacó la también actriz.

Las diversas alianzas y convenios firmados por el Teatro Biobío han sido un gran aporte dentro de este corto, pero intenso trayecto, ya que “han permitido programar de manera más eficiente, tomar obras internacionales que pasan por Santiago y traerlas para acá. Hemos trabajado, por ejemplo, con el Teatro del Maule, esperamos pronto hacer lo mismo con el Municipal de Chillán. Lo hemos intentado, pero no hemos coincidido en los tiempos, pero la voluntad está desde ambos lados. Hace poco también, con el teatro de la Pontificia tuvimos la posibilidad de estrenar nuestra producción teatral ‘Amanecerá con escombros sobre el suelo’, en la capital. Todo esto va posicionando al teatro como un agente relevante dentro del sur del país”, apuntó Peró.

Por último, la directora ejecutiva comentó parte de lo que vendría para el 2020. “Estamos empezando a diseñar el próximo año, cada vez lo vamos haciendo con más anticipación. Eso tiene que ver con la madurez del Teatro, pero, sin duda, queremos trabajar, fuertemente, en seguir acortando las brechas de acceso, por ello, seguimos trabajando la extensión artística, que si bien tiene menos visibilidad, porque no sale en la cartelera, es importante que el público conozca que nosotros visitamos distintas comunas de las provincias de la Región de forma permanente y todo el año. Vamos directamente a las escuelas a llevar intervenciones artísticas y también hacemos extensión en otros teatros, como en el Centro Cultural de Arauco. Seguiremos trabajando en ello”.

Palabras a las que completó que “queremos concretar la apertura del edificio, lo que es un desafío enorme para nosotros, por la ubicación del espacio, que no da a veces el paso lógico para que alguien vaya durante el día, salvo a ver una función. Queremos que sea, cada vez más, un espacio de encuentro y lo hemos ido haciendo de a poco, con las visitas guiadas, hemos fortalecido la programación familiar también, pero queremos profundizar también en ello. Y seguir con nuestra convocatoria para la sala de cámara, estamos próximos a abrir esta postulación para los artistas y creadores locales, poder ahí generar más instancias para ellos. Y también queremos continuar generando contenidos propios”.

Andrés Oreña P.

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