Cultura y Espectáculos

“Madama Butterfly”: los detalles de una obra que apuesta por mantener una gran tradición

A sólo dos días de la primera función, el montaje de Corcudec utilizará por primera vez la sala principal del Teatro Biobío, lo que según sus propios protagonistas permitirá desarrollar mejor la propuesta. Además, los principales personajes describieron sus roles.

Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Como cada año hace más de una década, agosto es sinónimo de ópera en Concepción. Una labor impulsado por la Corporación Cultural de la UdeC que se ha convertido en toda una tradición, y que en este 2019 trae un histórico título que ya fue parte del programa en el pasado, pero que ahora vuelve con una renovada cara: “Madama Butterfly”, de Giacomo Puccini, cuyo estreno se realizará este martes, desde las 20 horas, en el Teatro Biobío.

La obra, que repetirá funciones el jueves y sábado, en el mismo recinto y a la misma hora, es la primera coproducción entre Corcudec y el Teatro Biobío, lo que se enmarca en una relación de cooperación entre ambas instituciones que ya ha permitido la realización de otros espectáculos.

Además, esta unión permitirá solucionar un elemento importante dentro de cada propuesta de ópera que se hizo en el pasado: la parte técnica. Ello porque el recinto cuenta con un escenario de dimensiones apropiadas para un montaje de estas características, algo que no se podía realizar en el Teatro UdeC.

Como siempre, habrá un elenco de primera. A la Orquesta Sinfónica y el Coro de la UdeC, que serán dirigidos por el maestro italiano Lorenzo Tazzieri y Carlos Traverso, respectivamente. Tazzieri es el actual director principal de la ópera de Tokio, y visita Chile por primera vez para este trabajo.

En las voces, destacan la soprano argentina Mónica Ferracani, quien interpretará a Cio Cio San; el tenor Luis Olivares en el rol de Pinkerton, el barítono penquista Christian Senn como Sharpless, y la mezzosoprano argentina Florencia Machado como Suzuki.

Además, también participarán los cantantes locales Ricardo Seguel, como Bonzo, Leonardo Navarro en el papel de Goro y el barítono Pablo Castillo, que interpretará al príncipe Yamadori.

Igualmente, tienen un rol muy importante dentro de la realización del proyecto Christine Hucke, como directora de escena, Patricio Pérez, quien es director de escenografía e iluminación, y Marianela Camaño, directora de vestuario.

Florencia Machado vino por segundo año consecutivo a ser parte de la ópera, y comentó que “estoy muy contenta de participar en esta producción, sobre todo que sea la primera vez en el Teatro Biobío junto a Corcudec, se hizo una buena alianza. Y junto a un gran elenco, la Orquesta y el Coro”.

De su personaje, indicó que “es la cuarta vez que lo interpreto, y es un rol muy importante a nivel del argumento, es quien forma como geisha a Madama y la va cuidando a lo largo de su vida, con todos los conflictos que va enfrentando es la única que se queda hasta el final a su lado, cuando todos los demás la rechazan. A nivel interpretativo, es muy delicado, debe estar bien marcado ese vínculo y lealtad hacia su ama. Y la música de Puccini es maravillosa para acompañar todo eso”.

Al igual que el resto de sus compañeros, tiene muchas expectativas para el estreno. “Estamos muy motivados, y en especial para mí es muy bonito volver a trabajar con grandes colegas y músicos”.

Las entradas para las tres funciones se han vendido a buen ritmo, y el pasado viernes quedaba cerca de un 30% disponible. Los precios son $15.000 palco sexto, $20.000 palco quinto, $25.000 palco cuarto, $30.000 platea general y $35.000 platea preferencial. Se pueden adquirir en www.corcudec.cl y también a través de Ticketplus.

Mónica Ferracani (Cio Cio San)

Ser parte de este trabajo es una maravilla. Me siento honrada de poder estar en este proyecto, y en un recinto tan maravilloso como el Teatro Biobío, que según me dijeron recibe una ópera por primera vez. Creemos que andará todo muy bien. Es una obra hermosísima, y esperamos que el público disfrute tanto como nosotros.

Es la cuarta vez que interpreto este rol, y es muy difícil, que por lo general uno hace en la segunda parte de su carrera. Es complejo en lo técnico y emocional, es una geisha muy niña que es vendida, y no lo sabe. Se enamora de Pinkerton, y cuando regresa a su país se da cuenta que estaba embarazada, y todo lo que sufre a partir de eso es muy trágico. Deben llevar varios pañuelos (ríe). Ella es muy inocente, cree que se está casando de verdad. Pero esas cosas también se pueden dar hoy en día también.

Es hermoso que haya un interés tan grande de la gente, pues se produce un feedback que es muy motivante.

Christian Senn (Sharpless)

“Como siempre, es un placer volver a mi ciudad. Elegí estar en Concepción, pues tuve otras propuestas, incluso de Santiago, pero me gusta trabajar para mi gente, ver a mi familia y amigos, además de colaborar con un montaje penquista.

Será mi debut en este personaje, no lo había hecho nunca. Es un tipo muy político, soy el cónsul norteamericano en Japón, y debo mediar en el amor de Pinkerton, el militar y marinero, que no se porta muy bien. Al inicio seré cómplice, pero luego cambió por la forma en que Cio Cio San toma este amor. Entonces, mi intención es que ninguna de las partes sufra tanto.

Se tocan temas absolutamente actuales: el amor, de la traición, del abuso de poder y del género. Esta ópera fue su estreno en 1904, entonces no es tan lejana como una del Renacimiento o el Barroco. Personalmente, tengo grandes expectativas por ser la primera en el Teatro Biobío, y recién se hará una ópera usando el foso y una escenografía completa, está hecho para eso. Estamos muy contentos por el resultado artístico y también por el tema de equilibrio entre voces y orquesta en la sala. Debería ser un hito”.

Luis Olivares (Pinkerton)

“Estoy muy feliz de participar como siempre. En Concepción me siento en casa, y me pone contento que se gane un espacio para hacer ópera, que es un lugar fantástico como el Teatro Biobío.

Mi personaje, técnica y musicalmente hablando, es uno de los personajes más arduos que tiene Puccini. Es un tenor lírico spinto, que significa tenor de empuje. Es una misión bastante especial, se necesita una voz fuerte, sólida. Y en la trama dramática, es el malo de la película, es el marino estadounidense que va a Japón para conocer a una geisha y saber qué se siente tener una esposa así, comprar una casa, meterse a una sociedad. Solo por gusto, luego lo deja y vuelve tres años después, donde se da cuenta que tiene un hijo.

La trama muestra temáticas presentes hoy, es muy contemporánea. Sucede aún lo de los choques culturales, pero más allá de eso son los componentes naturales: cómo se objetiviza a la mujer. La base del drama está en que este marino norteamericano se enamora de una geisha de forma ficticia, solo por diversión, pero en la cultura y tradición japonesa es algo serio. Su mejor amigo, el cónsul, le dice que tenga cuidado, que para ellos no es entretención, pero le dice que es trotamundos y que quiere probar eso. Es un tema muy contingente, pues tener una mujer japonesa, geisha, como esas muñecas de porcelana, se objetiviza y se ve el lado machista súper fuerte. No le interesa ella ni las leyes ni costumbres del otro país”.

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