Cultura y Espectáculos

El primer Condorito: un jocoso y crítico reflejo de la sociedad chilena

A los nativos digitales, expuestos a miles de estímulos, les será difícil entender la revolución que provocó hace 70 años el que una tira cómica nacional reflejara los distintos estamentos de la sociedad chilena con humor y sarcasmo. Tal como ocurrió con el Chavo del Ocho en México y con Mafalda en Argentina, la historieta fue una fotografía crítica de un momento de la historia de Chile y también de Latinoamérica.

Por: Diario Concepción 18 de Agosto 2019
Fotografía: Cedida

Luis Yáñez Morales
Periodista e impulsor de Pepo es de Conce

Como ya hemos comentado en entregas anteriores, Condorito surgió del enojo de su papi Pepo, que es de Conce, por un tal Pedro, el endeble avioncito creado por Disney para representar a Chile. René Ríos pensó, en cambio, en el cóndor del escudo nacional y lo mezcló con “el roto y el huaso pobre. A poco andar dejó la manta campesina y se caracterizó para siempre con su camiseta roja, como aquella de la Selección Nacional de Fútbol”. Así lo señala Jorge Montealegre en su libro “El Cóndor Pasa” de 1999.

Pepo ya tenía el personaje, pero debía darle una personalidad. Lo construyó pillo, ladino, bueno para la talla, alegre, amigo de sus amigos, rosquero si era necesario y mal hablado, pero de buen corazón. Con sus múltiples ocupaciones, algunas fuera de la ley, vivía, sobrevivía, mataba y moría.

Condorito y su universo distaba mucho de los armónicos y políticamente correctos personajes de Disney, líderes de la industria. El desaparecido “Cortadito”, es el ejemplo más extremo. ¿Por qué lo eliminaron?… para mí era un ejemplo de inclusión. El broche de oro fue el integrar a los relatos la bandera chilena, ciudades chilenas, barcos de la Escuadra Nacional, temas contingentes nacionales e internacionales, entre otros aspectos típicos del ser chileno… pero faltaba algo más.

Los estereotipos la llevan

Pepo hizo otra jugada maestra. Aplicó estereotipos chilenos de la década del 40 y 50 a los personajes que acompañaban a Condorito. Él era un campesino pobre que se las arreglaba, como sea, para vivir en la ciudad. Era enamoradizo, infiel si se daba la ocasión, machista, que celaba a Yayita, por ser una mujer coqueta y voluptuosa, que le daba esperanza a varios pretendientes, pero al final siempre prefería al pajarraco. Su madre y padre, Tremebunda y Cuasimodo querían ascender en su posición social, casando a su hija con un buen partido como Pepe Cortisona, baluarte del desprecio, la discriminación y el arribismo.

Los amigos de Condorito se reunían en torno al alcohol, la buena mesa y el fútbol. La lacra del alcoholismo, asociada a Garganta de Lata, es el mejor reflejo de una realidad común de las clases populares de la época. Según Alejandra González, autora del libro “Macondo y Pelotillehue”, los personajes de la historieta llegan a “reflejar crudamente a través del humor, el alcoholismo, el arribismo, la altanería, la envidia, la búsqueda del mal del otro, la discriminación, el estereotipo (del Chile de aquellos años)”.

El Chavo, Mafalda y Condorito

El éxito de estos personajes en México, Argentina y Chile, se debe a que reflejaban, por medio de un humor satírico, una realidad estereotipada de cada país. El Chavo de Chespirito, huérfano abandonado, vive miserablemente de la caridad en su vecindario, donde hay hambre, envidia y arribismo. Mafalda, muestra en su ADN, una crítica social fundada en una época de efervescencia social, de Guerra Fría y de inconformismo en la Argentina de Quino. En Condorito de Pepo, de una forma más sutil, se desnudaba a la sociedad chilena y Latinoamericana por su forma de ascender socialmente, de hacer política, por sus movimientos revolucionarios, incluso por sus dictaduras militares, todo con un humor aparentemente neutro, pero lleno de segundas lecturas, producto del genio de René Ríos y su equipo.

El pueblo chileno se rinde ante Condorito

La revista 25 de la Navidad de 1968, cuando Condorito abría los festejos por sus 20 años de vida, Pepo incluyó un set de fotografías que daban cuenta de la gran popularidad del personaje a dos décadas de su creación. Las imágenes hablan por sí solas, pero vale la pena leer el mensaje que René Ríos le daba a los fieles lectores de la revista.

“Amables lectores: Vean ustedes la enorme popularidad de Condorito en Chile y en el extranjero. Les presento aquí una pequeña muestra que atestigua lo dicho. Todo se llama Condorito: librerías, fruterías, reparadoras de paraguas, de calzado, fuentes de soda, afiches, aplanadoras, garajes, restaurantes, entretenimientos, microbuses, camiones, taxis, muñecos y montones de personas a quienes les dicen “Condorito”. Con esto queda demostrado que Condorito es el fiel representante de la “indio con gracia” del pueblo chileno.

Esta historia continuará…
(Artículo parte de la campaña ciudadana fb.com/PepoesdeConce)

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