Mario Cabrera dijo que sería interesante presentar futuros montajes de este tipo en el mismo recinto.
Poco queda para el estreno de “Madama butterfly”, ópera que Corcudec presentará en tres funciones en el Teatro Biobío, los días 20, 22 y 24 de agosto (siempre a las 20 horas). Y ayer, en la sala de cámara del recinto, varios de sus principales protagonistas se refirieron a cómo va la preparación del montaje.
Mario Cabrera, gerente de Corcudec; Francisco Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío; Carlos Traverso, director del Coro UdeC; Lorenzo Tazzieri, maestro que dirigirá a la Orquesta; Christine Hucke, directora de escena; y Marianela Camaño, directora de vestuario, entregaron los detalles.
Y una de las opiniones que destacó fue la de Cabrera, quien dijo que la labor conjunta con el Teatro Biobío podría mantenerse en el futuro para la temporada de ópera. “Este espacio cuenta con uno de los mejores escenarios de Chile y nos permite desarrollar un montaje de este tipo en las condiciones ideales. Ojalá se pueda generar una alianza permanente para venir con otros eventos similares”.
Por su parte Francisco Peró destacó que “estamos muy expectantes y contentos de ser parte de este tremendo desafío. Trabajar una ópera siempre es muy complejo y hacerlo con Corcudec nos asegura tener la experiencia necesaria para que todo resulte bien”.
Carlos Traverso comentó que “hacer una ópera como Butterfly, en un teatro con las capacidades técnicas y el espacio necesario es un privilegio. Además, en esta ocasión se puede unir lo mejor de dos mundos: mantener el espíritu y tradición de Puccini con las innovaciones tecnológicas. En términos generales, es muy compleja musical, dramática y técnicamente, y la convergencia de todos ha sido fundamental para el resultado, que creemos será muy bien recibido”.
El director Tazzieri apuntó que “el trabajo de Puccini musicalmente es tremendo, pues él escribía pensando en el mundo interior de los personajes. Además, en sus óperas es común tener una mujer heroína y, a nivel general, se agradece la sensibilidad que existe en todos quienes están trabajando para que se refleje esa esencia emocional”.
Christine Hucke también comentó su labor e indicó que “es un privilegio y una tremenda responsabilidad. Desde mi vereda, me interesa mucho generar vínculos, acercar el mundo a veces lejano de la ópera a todos. Es un espectáculo complejo, que une varias artes escénicas. Tiene una música hermosísima y la forma de componer de Puccini abre puertas para las sensaciones, y queremos que el público entre en ello de manera natural”.
Marianela Camaño señaló que “hemos hecho una labor de poner al servicio de la transmisión del mensaje todos los elementos estéticos, de forma, texturas y creación de atmósfera. El desafío era realizar una puesta en escena más contemporánea, no la Butterfly más vista y conocida. En eso, se contraponen el escenario ideal, soñado de la primera parte con el de la segunda, que es más ligado a la realidad”.