El experimentado guitarrista y cantante local, también ex participante del programa The Voice, no da tregua a sus días participando en un sinfín de bandas de música original y otras de covers. Lázaro y Proyecto Capital son algunos de estos grupos en que ha expandido su horizonte sonoro, además de destacar también como vocal coach.
Siempre inquieto y con el ímpetu de continuar perfeccionándose, el experimentado músico penquista Lucho Astudillo por estos días divide su tiempo en múltiples proyectos musicales.
Es así como uno de estos, de carácter solista, pero que por primera vez trabajó con un productor y compositor, lleva por nombre “Sube”. “Son canciones de autoría de un compositor llamado Javier Sandoval y está producido por Marcelo Melipil, músico penquista que está radicado hace varios años en Santiago. Si bien lleva mi nombre el grupo, tiene el subtítulo de ‘Proyecto Capital’, que marcaría la diferencia con mis otras bandas”, comentó Astudillo.
El álbum, grabado el año pasado en el estudio capitalino Santuario Sónico y conformado por un total de 9 canciones, llevó al experimentado guitarrista por nuevas sonoridades y horizontes melódicos, ciertamente distinto a lo que estaba haciendo hasta el momento. “Es rock, pero mucho más melódico y cercano a los Beatles que al metal, son canciones más elaboradas como tal. No es un rock tan duro como el que he presentado durante todos estos años, está como entre el blues y el hard rock. Exploro otras maneras de usar mi voz, con otros colores en la música que nunca antes había usado”, señaló el cantante.
Colaboración entre Sandoval y Astudillo que aún continúa, “este año hemos seguido trabajando, hemos grabado un videoclip con un single nuevo. Haremos un EP de tres temas a través de este nuevo concepto, él tiene una canción para mí y yo la trabajo a mi estilo y forma de interpretar”.
“Sube” espera en el corto plazo poder tener su presentación oficial en la ciudad, ya que aún no ha sido mostrado al público penquista por falta de contar con un espacio acorde la producción discográfica.
Mientras que por otra vía, el músico está trabajando en un proyecto con raíz local, es decir, una banda con sólo músicos penquistas y producido acá. Se trata del grupo Lázaro, el cual ya cuanta con cierto reconocimiento dentro del circuito musical penquista.
“Buscando hacer mi álbum solista acústico, Nilsson Merelo, baterista local me invita a conocer su estudio de grabación en San Pedro y también lo que estaba haciendo musicalmente. Lo visité y llegamos a un buen trato por mi disco, lo que no ocurrió, ya que me comentó en ese entonces que le hacía falta un guitarrista para su proyecto de banda”, detalló Astudillo.
Completando que “encontré súper buenas sus canciones y me sumé en primera instancia como guitarrista y luego como cantante, ya que nunca lo hubo. Y así nació Lázaro con quienes nos presentamos en la última versión del Bioparlante entre otros escenarios”.
A esta banda se suma Aindiao, proyecto de rock blues con que el guitarrista se presentó en la última versión de REC Rock en Conce y que si bien este último tiempo no han tocado, sólo se encuentra en pausa. “Somos 10 músicos en total y si no estamos todos, no es lo mismo. No suenan lo arreglos de viento ni las voces adicionales, es súper importante en este proyecto que estén todos los elementos, cuesta encontrar un escenario para una banda tan grande. No se he desechado este grupo, solo está pausado, es más tengo un disco completo que debemos registrar”, dijo el músico.
Aparte de todo esto, Astudillo tiene andando sus diferentes grupos tributo, los cuales los considera como una especie de entrenamiento musical. “Estoy cantando y tocando en un montón de bandas tributo y shows especiales, los que requieren algún grado de voces un poco más complejas. En detalle, estoy metido en una banda en que tocamos Toto, otra Scorpions, Chris Cornell, Led Zeppelin, The Beatles, Creedence, The Doors, Deep Purple, The Police, Black Sabbath, en total 10 grupos con un repertorio por cada uno de ellos de más de una hora, temas que antes de participar en The Voice no podía hacer y ahora sí”, manifestó.
A lo que completó que “todos estos repertorios, fuera de realizar mis versiones, son para mí una especie de entrenamiento pagado, es como estar haciendo un diplomado, pongo a prueba mi voz y lo que he aprendido”.
Precisamente, el haber sido uno de los participantes locales en el programa de televisión The Voice, que pese a no haberlo ganado, le ha dado diferentes frutos y que a tres años de su emisión aún le reporta beneficios. “Hasta la actualidad es como una especie de subtítulo a mi nombre, igual es medio tragicómico, ya que no debería ser así, pues es sólo un programa de televisión, aunque siento que la gran mayoría de las personas validan todo mi quehacer como músico porque estuve ahí”, confesó Astudillo.
Concluyendo que “mi trabajo lo venía haciendo desde muchos años antes y hoy en día lo hago mucho mejor porque he seguido estudiando. Es más, me convertí en vocal coach aparte de dar clases de guitarra y estoy siendo solicitado mucho más como cantante. Saliendo de The Voice me metí de cabeza a estudiar, me sirvió para saber mi rendimiento a alta presión, además para pulirme y mejorarme, y no cometer los mismos errores”.