Cultura y Espectáculos

Caldo de Cultivo: un valioso recorrido artístico de experiencias y lugares

La publicación de Natascha de Cortillas da cuenta sus acciones performáticas y residencias entre los años 2008 y 2017. Retrospectiva que funciona a modo de bitácora entre el norte y el sur.

Por: Mauricio Maldonado 16 de Abril 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

La idea primaria era hacer una especie de paralelo de dos de sus momentos como artista visual y performista, un contraste de norte y sur que quedara registrado en una publicación. Sin embargo, al momento de recopilar dicha información fueron surgiendo más lugares igual de importantes de poder incluir, haciendo indispensable un registro mucho más completo.

De ahí nace “Caldo de Cultivo”, libro a modo de bitácora de acción performática que Natascha de Cortillas acaba de publicar a través de Almacén Editorial, gracias al apoyo del Fondo de Creación de vicerrectoría de la UdeC. “En una primera instancia me interesaba sistematizar la residencia que había hecho en el norte (Quillagua) y otra que había hecho acá en Coliumo, y hacer una lectura de contrastes entre ellas de norte y sur. Y a poco andar la verdad que encontré que era súper cortoplacista el pensar sólo estos dos lugares como un contraste, ya que  encontré dentro de mi biografía un montón de otros sitios que me permitían armar como un especie de mapa en el cual había estado situada en distintos territorios, y que este sur y norte tenía ciertas aristas”, comentó la también docente de la UdeC.

Lectura retrospectiva que abarca los años 2008 al 2017 en que De Cortillas realizó sus acciones artísticas -entorno al tema culinario- en Antofagasta (acción y performance), Tarapacá (viaje de exploración), Bahía Inglesa (cruce culinario), Quillagua (residencia), Valparaíso (residencia), Lota (exploración territorial local) y Coliumo (residencia).

“Esencialmente tiene que ver con la idea de las residencias, es decir, con la idea de estar en ciertos lugares y en ese estar cómo mi acción o lectura de lo culinario, se transforma o trastoca a partir del paisaje que estoy. En general,  el libro en sí no es solamente de mis producciones sino de mi peregrinar por distintos territorios, van apareciendo ciertos focos que van tributando mi trabajo”, destacó la artista.

Lo otro importante, es que le permitió “editar para atrás material fotográfico, hacer una relectura de la propia historia, del propio viaje que uno ha tenido que en la vorágine del día a día, no se tiene la posibilidad de extender ese mapa en una mesa y leerlo de nuevo. Fue un trabajo súper enriquecedor”.

En “Caldo de cultivo” participan además la antropóloga Noelia Carrasco y la curadora independiente Lorena González, con quienes “conversamos de nuestros trabajos y que la pertinencia de ellas e incluirlas dentro de la publicación, básicamente, es resumir una experiencia profesional y de amistad de hace tiempo. El texto me ha permitido congregar todo eso”, concluyó De Cortillas.

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