Cultura y Espectáculos

Corto documental ganador del Óscar aborda una peculiar revolución feminista

Por: Esteban Andaur 03 de Marzo 2019
Fotografía: Diario Concepción

En Hapur, India, el menstruo es un tabú. Cuando a las mujeres les llega la regla, se les prohíbe entrar en templos, pues existe la creencia de que están malditas por alguna deidad; no pueden asistir a la escuela, e incluso varias dejan de ir; los hombres las miran raro; y ni hombres ni mujeres entienden qué les pasa a estas últimas, ya que no disponen de información al respecto. Las mujeres están sumidas en la ignorancia de sí mismas, y corren peligro: ni siquiera cuentan con toallas higiénicas a la venta en farmacias para cuidar de su cuerpo.

Period. End of Sentence. (2018), corto de la directora Rayka Zehtabchi, arguye que el <<período>> (punto en inglés) debe ser el final de una oración, no de la educación de una muchacha.

Uno entiende que la situación allá en Hapur es grave, y las primeras escenas son más o menos sombrías. No obstante, el filme pronto adquiere optimismo al presentarnos a sus protagonistas. Por ejemplo, una de las entrevistadas, que está consciente de las barreras que su sociedad les impone a las mujeres, ha determinado convertirse en policía, para evitar el matrimonio y ser independiente.

Por otra parte, un hombre ha inventado una máquina para fabricar toallas higiénicas amistosas con el medio ambiente, y asequibles económicamente. Las mujeres aprenden a fabricar sus propias toallas y entonces comienza el rentable negocio para ellas. En el filme, de una fuerte tendencia feminista, los hombres no son inferiores a las mujeres; nadie es denigrado ni atacado por poseer una anatomía diferente. Pero a ellas se les considera ya en su integridad, en cuerpo y alma, desoyendo creencias irracionales y atávicas.

Aunque Zehtabchi nos muestre a las féminas progresar y liberarse mutuamente poco a poco, nos recuerda hacia el final que algunas nunca han trabajado, que a otras el menstruo aún las apena, validando el arduo camino que les ha tocado recorrer hacia un gigantesco paso evolutivo.

La hermosa fotografía se regocija en los colores saturados de la indumentaria, las casas y los atardeceres; y junto a la evocativa música india, Zehtabchi consigue situarnos en el lugar, tanto geográfico como ideológico, de estas luchadoras, al mismo tiempo que nos informa de una revolución universal impulsada por la unión de las mujeres. Punto.

Disponible en Netflix.

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