Cultura y Espectáculos

La conoció de cerca y parece que no le gustó: Pepo, a regañadientes en la política

A René Ríos, Pepo, no le interesaba la política partidista. Al revisar sus caricaturas propias, no de encargo como las de Topaze, están llenas de humor blanco, sin embargo, la política siempre estuvo presente, de algún modo, a lo largo de su carrera.

Por: Diario Concepción 06 de Enero 2019
Fotografía: Cedida | Diario Concepción

Por: Luis Yáñez M.

Partamos con un ilustre familiar: Juan Antonio Ríos, Presidente de la República de Chile.

Él fue su tío, o más bien primo de su padre. Este parentesco, en todo caso, no le valió de mucho, pues “Mandantonio” como lo bautizó Topaze, pensó enviarlo relegado en 1946 a la isla de Chiloé por una caricatura satírica que él hizo en la revista “Saca Pica”. El chiste –una versión del viejo cuento del sofá de don Ottono le gustó para nada al primer mandatario, según señala el investigador Jorge Montealegre.

Durante más de dos décadas, trabajó en la Revista Topaze, bajo el alero de su mentor, el gran dibujante Jorge Délano, Coke. Allí sus caricaturas presidenciales como “El Jefe”, Juan Antonio Ríos; “Don Gabito”, Gabriel González Videla; “Don Pedrito”, Pedro Aguirre Cerda y “Don Sonámbulo”, Carlos Ibáñez del Campo fueron muy elogiadas, pese a que no siempre fueron bien recibidas. También dibujo a Alessandri, Frei y Allende y a otras figuras políticas del siglo XX. En 1948 recibió el Primer Premio a la Mejor Caricatura Política, otorgado por el Círculo de Periodistas, uno de los pocos premios que recibió en su carrera.

En Topaze conoció la política profunda, más allá de la propaganda y los slogans… y él mismo reconoce que no le gustó. Por eso extraña tanto la versión aparecida en un reportaje de la revista NOS de 2008, que indica que René Ríos fue cercano al nacionalsocialismo chileno. Esto, probablemente, se fundamenta en una página web nacionalista (centroestudios.cl) que indica textual que “un joven, que perteneciese a las juventudes del Movimiento Nacional Socialista de Chile… se propuso la idea de crear un personaje que realmente identificara al pueblo chileno…este joven, que se llamaba René Ríos y que utilizó como seudónimo el de “Pepo”, creó al personaje Condorito”.

En la diversa literatura revisada, no se menciona que Pepo tuviera estas ideas. Además, el sitio web en cuestión, que no actualiza contenidos desde 2007, no respondió consultas.

Cuando Pepo decidió privilegiar a Condorito por sobre otras publicaciones, le dio rienda suelta a su pasión por el humor blanco. Sin embargo, en las primeras dos décadas, nunca dejó de lado la contingencia política, nacional e internacional, como contexto de sus chistes y reflexiones.

Es así como en las primeras ediciones de Condorito aparecen, por ejemplo, la estampa de Fidel Castro, la nariz de Frei Montalva, se menciona una dictadura ficticia donde existe una ola de terror “donde nadie se atreve a abrir la boca” (revista 13 – 1964) y los conflictos internacionales como la Guerra de Vietnam o la Guerra Fría. También, en un chiste donde dialogan Coné y Condorito, se ironiza sobre el socialismo (revista 25 – 1968)

Durante el gobierno de la Unidad Popular tomó como escenario una protesta del Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, para contextualizar uno de sus chistes (revista 29 – 1970). Tres años más tarde ocurrió el golpe de estado.

En la revista N°44 de diciembre de 1973, la edición siguiente al 11 de septiembre, no integró ningún chiste de militares, muy comunes en ediciones anteriores, pero si una broma sobre un bailarín ruso llamado Condorov. En la revista 51 de 1975 muestra una disputa por una elección municipal entre doña Tremebunda y René Ríos, cuando la esperanza de retornar pronto a la vida democrática se esfumaba. También integró una tira sobre el toque de queda (revista 53 – 1975), pero paulatinamente dejó de mostrar escenarios políticos en sus historietas.

El libro “Las historietas en Chile 1962-1982” de Jorge Rojas Flores establece que René Ríos, Pepo, empleó en Condorito a cuatro caricaturistas que fueron vetados por la Junta Militar y que, anónimamente, dibujaron historietas del Pajarraco.

Ya entrado los ochentas, en una entrevista del diario La Tercera de 1981, y con Condorito en su época de oro, se le preguntó a Pepo por qué dejó el humorismo político: “porque se acabó Topaze (cerró en 1970) y no fue reemplazada por otra revista política. Y ahora se acabó la política” explicó sonriendo (irónicamente).

A días de su muerte, el Senado chileno, le rindió un homenaje en su sesión ordinaria del 18 de julio del 2000. Sin embargo, la mención de un grafiti rayado en Santiago que versaba “El Roto Quezada asume defensa de Pinochet”, terminó en una polémica, que a Pepo le hubiera servido, tal vez, para hacer un último chiste político.

Esta historia continuará…

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