Ex docente de la UdeC, fue Premio Regional de Artes en 2014 y discípulo de Marta Colvin.
“Cuando uno está en el extranjero, se recuerda mucho a la familia”. Esta frase, entre varias otras, dijo Humberto Soto Pérez cuando donó parte de su obra al Centro de Extensión de la UBB, en Chillán. Y es que pese a vivir en el extranjero y no nacer en la Región, buena parte de sus días las pasó en Concepción. Por ello, la noticia de su fallecimiento caló hondo en el mundo del arte penquista.
Nacido en Santiago, el 20 de enero de 1932, desarrolló una dilatada trayectoria, que comenzó tras terminar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde se licenció en Arte con mención Escultura.
Entre sus maestros destacaron Marta Colvin, Julio Antonio Vásquez y Lily Garafulic, quienes le permitieron formar parte del selecto grupo de escultores de los años 70, entre los cuales también se puede mencionar a Sergio Castillo, Juan Egenau, Abraham Freifeld, Rosa y Teresa Vicuña.
En su carrera, Soto también se desempeñó como asesor Artístico del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago y profesor de escultura en la Escuela de Bellas Artes del Departamento de Pedagogía en Artes Plásticas de la Universidad de Chile. En 1973, fue elegido Director del Departamento de Teoría y enseñanza de Arte de la misma Facultad.
En 1976, dio un giro a su vida personal y profesional, cuando decidió irse a Venezuela. En dicho país vivió por 15 años y realizó sus principales actividades en el Colegio Universidad Los Teques en Caracas.
Regresó a Chile en 1991 y se incorporó como director y docente del Departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción. Desde esa fecha, continuó su carrera en el país y la Región, dedicando tiempo tanto a la ejecución de obras como a la docencia.
En 2014, fue galardonado con el Premio Regional de Artes y en los últimos años también tuvo una especial vinculación con la UBB, lo que se tradujo en la donación de buena parte de su obra. Dicho trabajo se exhibe hoy, principalmente, en el Museo Marta Colvin de Chillán.
Para quienes deseen acompañarlo en su velatorio, pueden acercarse a Funeraria La Paz, ubicada en Barros Arana 1389.