La muestra que se inaugura este viernes registra lo realizado por ambos grupos en este patrimonial lugar.
“La exposición busca generar una traslación acústica desde el túnel hacia la sala de exhibición, con la intención de generar una experiencia sensorial”, cuenta Matías Serrano, integrante junto a Bárbara Molina del Colectivo 22 Bits, que este viernes inauguran “Espectral: Escucha de un paisaje intervenido”, muestra en que participan también las artistas sonoras locales Valentina Villarroel y Camila Cijka, quienes se agrupan bajo el proyecto Aoir Laboratorio Sonoro.
Ambos colectivos se adentraron en el Túnel Punta de Parra, el cual fue parte del ramal ferroviario Rukapequén, tren que realizaba el recorrido Dichato – Concepción. Lugar que se encuentra abandonado desde 1986 y donde estos artistas del sonido realizaron una improvisación sonora con generadores de ruido rosa hechos a mano y objetos percutidos por baquetas electromecánicas, sistema denominado 22machines, creado por Molina y Serrano. Esto fue registrado como cuadrafonía y será emitido en la sala de Casa 916 -lugar donde estará montada la muestra hasta el 20 de agosto- con un sonido inmersivo.
“Trabajamos con un generador de ruido rosa, ya que para nosotras este ruido se nos hace semejante al sonido del mar, es un ruido que combina frecuencias altas y bajas, y donde no todas suenan con la misma potencia, un tipo de ruido muy particular que a ratos suena más equilibrado y natural” comentó Villarroel.
Sobre el por qué desarrollar este proyecto en este lugar en particular, Serrano sentenció que “nos pareció interesante su acústica, aparte de toda la historia que posee. Además, como es ciertamente difícil poder llegar ahí, la idea era como llevarlo a la ciudad, llevar su sonoridad intervenida por nosotros. Es como una especie de rescate patrimonial”.
“Espectral: Escucha de un paisaje intervenido” cuenta con el apoyo financiero del Fondart 2018.