El impulsor del hip-hop en Talcahuano y la banda punk rock celebran tres décadas con trabajos de calidad y una serie de proyectos que pronto verán la luz.
Aunque ya había editado el libro “Rap con olor a puerto 1988-2008” (Al Aire Libro, 2012), Charlie Flowers, uno de los grandes impulsores del hip-hop en Talcahuano, sorprendió hace unas semanas con la edición de su primer libro de narrativa, “Cuentos del Viejo del Saco”.
El trabajo autogestionado es el primero de muchos proyectos que el músico tiene en carpeta para celebrar sus 30 años de carrera, la misma que ha estado marcada por la resistencia y por decir lo que otros no se atreven o, simplemente, evitan.
“Yo no he dejado libros en librerías, ni nada parecido. Lo he vendido de mano en mano y me ha ido bastante bien”, comentó Flowers, que en la actualidad encabeza el proyecto “Aboriginal”.
Comentó que aún no tiene un “evento” específico para conmemorar las tres décadas dedicado al arte y al canto, no obstante, apuntó que existen un par de iniciativas que serán ideales para la celebración. En ese contexto, un nuevo trabajo escrito está a la vista, probablemente, en un mes más, “aunque sean diez copias”.
Se trata de “BEATacora 1990-2000”, un libro que recoge las vivencias de la agrupación “Estrellas de la calle & Apátrida”. Pero eso no es todo, pues también está en carpeta la reedición de su primer disco “Héroe Invisible”.
“Un día me encontré con quienes hacían el programa ‘Bajo Tierra’ de radio Universidad del Bío Bío y me dijeron que estaban trabajando en un sello. Y me dijeron que me podían apoyar en eso. Claro, ambas iniciativas se complementan. En el fondo, tiene que ver con que nuestra música era transversal en los noventa”, comentó el músico.
Sobre su futuro proyecto editorial destacó que es único y la razón es simple. El libro no fue trabajado desde el presente, ello, porque recoje anotaciones y comentarios registrados durante los noventa, justo después de cada ensayo o presentación. Por cierto, hubo un trabajo de edición.
“En una parte le tirábamos mucha mala onda a la empresa de amplificación, pero preferimos cambiar el nombre”, contó en medio de risas.
Hace dos años, Ecosidio, la emblemática banda punk rock de Talcahuano, inició el proceso para editar su primer vinilo. Se trataba, entonces, de un sueño para una banda porteña y gracias a una serie de hechos afortunados la idea no sólo no terminó en pesadilla, sino que generó insospechados dividendos.
Así, el vinilo que contiene 17 canciones de sus cuatro anteriores trabajos, en pocas semanas se agotó. Los cien discos encargados a República Checa no dieron abasto para todos los seguidores que esperaban hacerse de una copia. Pronto, ante que termine el año, habrá nuevas más copias.
“Nos sentimos bastante orgullosos de lo logrado. Le bajamos un tono a las canciones, de RE a MI, por ello suena más ronco, más pesado”, contó el baterista de la banda, Cristhian Lagos.
Pero esa no fue la única razón del resultado final. Las canciones, que fueron regrabadas en Estudio Artefacto, fueron masterizadas por el ingeniero norteamericano, Jack Endino, en Seattle. Hace unos meses, el emblemático productor del disco debut de Nirvana (y otras destacadas agrupaciones del grunge) estuvo en Chile y, por un conocido común, el trío lo contactó.
“Endino se llevó el trabajo a su casa en Seattle, lo escuchó, le gustó, y terminó masterizando las 17 canciones, por eso que el vinilo suena un cañón. Nos sorprendimos de su sonido”, relató Lagos y agregó que Endino autorizó que su crédito fuera puesto en el arte del trabajo. El baterista adelantó que pronto editarán el mismo trabajo en CD y casete, este último un formato que amenaza con retornar. De la misma forma, el trío amenaza con no detenerse, y abrir espacios a otras bandas del under de la Región en Santiago. Ello, pues están tocando más seguido, seguir esa senda, la “del que no se rinde”, está dentro de su proyecto de corto plazo.