Cultura y Espectáculos

El desarrollo de la educación artística

Por: Diario Concepción 21 de Octubre 2017
Fotografía: Diario Concepción

Pablo Gaete Villegas
Director regional Balmaceda Arte Joven

En 1992, nació desde el Ministerio de Educación, la idea de crear un “centro de servicios culturales para jóvenes”, nombre con que se inició este programa que posteriormente se transformó en Corporación Cultural Balmaceda 1215 y luego en Balmaceda Arte Joven. Como muchas de las corporaciones culturales que partieron en esos años, comenzó primero en Santiago y luego en regiones. Actualmente, tiene presencia en Bío Bío, Valparaíso, Los Lagos, Antofagasta y la Región Metropolitana.

Uno de los sellos es que los jóvenes pueden acceder a talleres artísticos gratuitos y de excelencia, dirigidos por destacados artistas de sus distintas disciplinas. Con un sentido de exploración y experimentación, donde el artista-profesor acompaña los procesos de formación, estos talleres tienen para los jóvenes un impacto significativo en sus vidas, como se ha recogido en innumerables testimonios. Al mismo tiempo, Balmaceda ha sido a lo largo de estos 25 años, y aunque no es su propósito principal, un semillero y forjador de nuevos talentos. Como algunos han señalado es un “preuniversitario del arte”, pues muchos jóvenes encuentran y fortalece su vocación para formarse académica y profesionalmente en el mundo del arte.

En este nuevo aniversario, Balmaceda se encuentra, en una especial coyuntura. Una reforma educacional que más allá de las críticas de forma, apunta a una reestructuración profunda de la educación pública. En este ámbito, compartimos el diagnóstico que la crisis de nuestro sistema educativo arrastró también a la educación artística, que ha perdido presencia y se ha debilitado en sus dimensión formadora y presencia estética al interior del aula.

La falta de especialistas, recursos materiales, infraestructura poco adecuada y poca diversidad en la oferta de lenguajes artísticos, junto a una visión desactualizada del arte contemporáneo, han llevado a una falta de valoración del arte en la escuela que lamentablemente es compartida por muchos directivos y profesores, desconociendo la dimensión educativa y lúdica del arte, su aporte al pensamiento crítico, la innovación, la experimentación, y esencialmente el fomento de la creatividad en los niños y jóvenes.

Es importante incorporar al debate, en este periodo de renovación de autoridades en el país y promover entre los candidatos presidenciales y parlamentarios, la importancia de fortalecer la acción artística no solo en la educación formal, sino también en las comunidades empobrecidas y excluidas. Se requiere un Plan Nacional de Formación que incluya tanto a profesores como a los artistas. Asimismo, es necesario promover estudios e investigaciones en el ámbito académico que demuestren cualitativamente y cuantitativamente el rol insustituible del arte, tanto en la formación de las personas como elemento fundamental de cohesión en las comunidades más postergadas y violentadas por la segregación social y cultural que sufren a diario.

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