
La ópera prima de Jordan Peele, quien escribió, coprodujo y dirigió el filme, es una brillante comedia de terror, y es sin duda, lo mejor que hemos visto este 2017.
La ópera prima de Jordan Peele, quien escribió, coprodujo y dirigió el filme, es una brillante comedia de terror, y es sin duda, lo mejor que hemos visto este 2017.
Francisco Esteban Valenzuela Andaur
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Chris Washington (Daniel Kaluuya) es un joven fotógrafo afroamericano que viaja por el fin de semana a visitar a los padres de su novia, una chica blanca llamada Rose Armitage (Allison Williams), a la casa de campo de éstos. Ellos no saben que él es negro; Rose ha preferido no decirles hasta que lo conozcan en persona.
Una vez allí, Chris advierte que la familia de su pareja pertenece a una comunidad exclusiva de blancos y que las únicas personas de color como él son, por ejemplo, la servidumbre del lugar, quienes se mueven casi como autómatas. Tal vez no <>. Para Chris, éste es un claro presentimiento de que algo anda mal. ¿Podría ponerse peor?
¡Huye! es la ópera prima de Jordan Peele, quien escribió, coprodujo y dirigió el filme, el mejor de lo que va de 2017. Los orígenes de Peele están en la comedia, y ¡Huye! tiene mucho sentido del humor, aunque del que da más miedo que risa una vez que comprendes el chiste. El filme posee buenas carcajadas a cargo del personaje de Rodney Rod Williams (Lil Rel Howery), oficial de la Administración de Seguridad en el Transporte y mejor amigo de Chris; ambos pueden contactarse sólo por celular, y en sus intercambios Rod trata de apaciguar a su amigo con insólitas dosis de sarcasmo. En fin, todos los personajes de esta película están meticulosamente construidos, y son creaciones irresistibles tanto en su complejidad como en su excentricidad.
La partitura mezcla música negra, como el blues, y letras en swahili, como en el tema principal <>; situándonos con eficacia en el punto de vista del relato, el cual es político: el de Chris. ¿Está todo pasando en su imaginación o está siendo discriminado por una comunidad muy extraña de gente blanca? La película nos sensibiliza, a través de cada uno de sus elementos estéticos, sobre toda la historia de los afroamericanos en EE.UU, a la cual Chris no es indiferente en ningún momento. Es como una sombra atávica que nunca deja de atormentarlo, al igual que sus propias tragedias personales.
En cuanto a la fotografía, hay primerísimos primeros planos que son insoportablemente opresivos, y los planos generales irradian una belleza melancólica. La destreza visual de Jordan Peele es muestra de un talento avasallador, elevada por un guión magistral.
Única en su especie
La original mezcla de terror, comedia y sátira política, es efectiva porque todo surge de la sensibilidad de Peele, que entiende la historia de su pueblo en su país, sabe de qué reírse y qué repudiar; él nunca olvida que esto es, en el fondo, un drama social. Por ende, el tono es central depende por completo del desarrollo de los personajes, generando una escena brillante tras otra. Además evoca clásicos del cine americano fáciles de reconocer, pero que le sirven a Peele para hallar su propia voz, la cual emerge con inusitada autoridad.
La violencia nunca es gratuita en ¡Huye!, y, de hecho, casi nunca es abrumadora, sino que toma lugar entre planos breves que nos asustan más por la atmósfera espeluznante de la historia, que por la cantidad de sangre derramada. Y los sustos tampoco son banales, porque siempre revelan algo inesperado de la historia. Y el miedo aumenta sin cesar hasta el final. ¡Huye! no podía haber llegado en un momento más oportuno en la historia de EE.UU; es una persuasión genial, es un clásico, es una obra maestra. Alfred Hitchcock estaría orgulloso.