El desafío, según la Seremi de Salud, está en mantenerla hasta los dos años, pero se mantiene del primer al sexto mes.
Los menores que reciben leche materna tienen un menor riesgo de presentar diarrea hasta, incluso, dos meses post destete, así como también otitis media aguda, infecciones respiratorias, bronquiolitis por virus respiratorio sincicial, síndromes febriles, caries en menores de un año, enterocolitis y la temida muerte súbita.
Además, a lo largo del tiempo el menor tiene menos riesgo de problemas de maloclusión, enfermedad celíaca y de inflamaciones intestinales y leucemia. Asimismo, les favorece el desarrollo psicomotor, cognitivo, fortalece el vínculo madre e hijo y protege contra enfermedades crónicas.
De ahí que el seremi de Salud, Erick Jiménez, destacara el aumento de la lactancia materna exclusiva al año de vida en un 45,8% durante en 2017, superando el indicador de 2016, que llegó a 41,4%.
“El incremento de los indicadores al año de vida y la mantención de indicadores al sexto mes, tiene entre su origen un arduo trabajo de difusión, extensión del postnatal, capacitación de los equipos de salud, implementación de las estrategias de clínicas de lactancia y consultas de lactancia, así como la conformación del Comité Regional de Lactancia Materna, entre otras iniciativas”, declaró el seremi de Salud.
Si bien dicho indicador es importante, se observa una mantención de los registros en la lactancia materna exclusiva del primer al sexto mes.
Por ello, la jefa del sub departamento de Protección de Salud de las Personas de la Seremi, Pamela Zambrano, “el desafío, además, es avanzar en la mantención de la lactancia complementada hasta los 2 años y más, ya que la leche materna es un alimento que se va adecuando a los requerimientos nutricionales del niño y que tiene la concentración adecuada de grasas, proteínas y lactosa, protegiendo al menor de las infecciones y aumentando las defensas del lactante”.
La lactancia materna también aporta a la salud de la mujer, pues disminuye el sangrado postparto e involución uterina más rápida, aporta mejor recuperación del peso pre gestacional, disminuye el riesgo de cáncer de mama premenopáusico y de ovario, así como también el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y baja las posibilidades de padecer artritis reumatoide y esclerosis múltiples.
Para la familia, en tanto, tiene beneficios económicos e higiénicos, ayuda en la planificación familiar y menor riesgo de abuso y negligencia materna.