Liderada por los doctores Jorge Toledo y Raquel Montesino, la idea es desarrollar una nueva tecnología que está orientada a pacientes con cáncer colorrectal.
Con una incidencia que supera los 24 casos cada 100 mil habitantes, en hombres y mujeres, el cáncer colorrectal es el tumor digestivo más frecuente y cuyo diagnóstico más ha aumentado en Chile, superando al de estómago, con 5.773 nuevos casos detectados en 2018, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud. Y así también se ha reflejado en su mortalidad, donde los datos del Ministerio de Salud demuestran que se duplicó entre 2010 y 2016, con más de 2 mil víctimas fatales al año. Las cifras también indican una preocupante realidad para la Región del Biobío: a nivel nacional lidera en las tasas de mortalidad por cáncer, con un lamentable rol protagónico de la patología oncológica digestiva, reveló un estudio dado a conocer este año que realizó la Fundación Foro Nacional del Cáncer.
Una detección precoz que permita un tratamiento oportuno es uno de los aspectos fundamentales para evitar desenlaces fatales en cáncer de colon y, de cara a los avances científicos y tecnológicos que se han dado los últimos años en el área del cáncer, también lo son los abordajes más específicos a cada tumor y paciente. Y a aquello busca aportar “Servicio Oncológico de Medicina Personalizada”, iniciativa liderada por investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad de Concepción (UdeC) que resultó una de las seleccionadas en el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FlC-R) 2021 que otorga el Gobierno Regional del Biobío.
Son $150 millones los que recibirá el proyecto dirigido por el doctor Jorge Toledo y coordinado por la doctora Raquel Montesino, académicos del Departamento de Fisiopatología, contando con la participación de Francisco Verdugo, estudiante del Programa de Doctorado en Biotecnología Molecular.
Como su nombre lo indica, la propuesta tiene por objetivo desarrollar un nuevo servicio oncológico de medicina personalizada y está basado en el diseño de un dispositivo médico de diagnóstico in vitro para pacientes con cáncer colorrectal.
Sobre el funcionamiento de la herramienta, el doctor Jorge Toledo explica que “a partir de muestras de una etapa inicial de diagnóstico, que se toman para biopsia, reproduciremos las condiciones de crecimiento del tumor in vitro en un soporte en tercera dimensión, con matices y biotintas que puedan mantener las estructuras tumorales”. Con ello como base, el grupo estudiará la aplicación de distintas metodologías de tratamientos que ya están establecidas “para conocer con anterioridad la mejor respuesta del paciente específico frente a las alternativas disponibles y aplicar soluciones en un formato de medicina personalizada”, afirma.
El director el proyecto destaca que la proyección es desarrollar la nueva tecnología en la Unidad de Ingeniería de Tejidos del Departamento de Fisiopatología y que para su implementación se contará con apoyo de empresas de Alemania que la tienen establecida.
A la luz de las cifras y tomando consciencia del problema de salud pública, las repercusiones para la calidad de vida de las personas y sus entornos que implica el cáncer en general y el colorrectal en particular, queda manifiesto el potencial de la propuesta y el gran impacto que tendría implementarla para el sistema sanitario y la población regional.
Por ello, la doctora Raquel Montesino valora la adjudicación y existencia del FIC-R para desarrollar investigación en pos del progreso de la Región, propósito de este fondo. “El financiamiento es clave, ya que no hay posibilidad de tener recursos propios. Por lo tanto, es la posibilidad de tener recursos para desarrollar un servicio que tendrá un impacto concreto en la sociedad”, manifiesta. Desde allí, aclara que esta adjudicación es una fuente inicial, ya que reconoce que “el financiamiento en sí no es suficiente para dar servicio a gran escala o a todas las personas que lo necesiten. Para eso es necesario, después, asociarte o transferir la tecnología a alguien que tenga la oportunidad de continuar desarrollándola, ya sea una empresa privada o un hospital público”.
Y, justamente, se espera que se pueda transferir el conocimiento en torno a la innovadora herramienta a pequeñas y medianas empresas regionales de base científico-tecnológica. El horizonte es, desde la ciencia desarrollada en la UdeC contribuir a “establecer un servicio de diagnóstico más preciso”, cierra Jorge Toledo.