Señora Directora:
De acuerdo a reciente información, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “estamos viviendo dos pandemias; una, es la Covid-19; y otra, la desinformación, ambas peligrosas pues afectan la salud física y mental de las personas”.
También, podemos preguntarnos cuán influyente es especialmente la última y debido a la híper-comunicación existente actualmente con dispositivos eficientes en rapidez y alcance. Sin embargo, con sus limitaciones intrínsecas (carentes de filtros o al parecer no lo permiten, no hay guía u orientación); sumado a la falta en los receptores de la información (una gran mayoría de los usuarios) de educación, cultura, criterio (este último por variadas razones, inmadurez o edad) para hacer la mejor lectura de lo recibido y, por supuesto, lo principal un importante número de emisores que se dedica a alterar o inventar lo inexistente.
Todo ello, qué duda cabe, hacen de la desinformación o deformación e intoxicación de la información y que corre como reguero de pólvora una verdadera y quizás mucho más peligrosa pandemia actual y a futuro que lo hasta aquí imaginado.
José Manuel Caerols Silva