Señor Director:
Por muchos años los tacos y colapso vial de horas han sido noticias en San Pedro de la Paz.
Unos culpan a la cantidad de vehículos que cada año se venden e incorporan al tránsito, olvidando que estos autos provienen de las miles de casas y departamento que se han construido y vendido con el sueño prometido de una comuna con jardines y a 20 minutos de todo, y que se seguirán construyendo producto de un verdadero delirio inmobiliario que es posible observar al pasar por la ruta 160 y por la ruta hacia Santa Juana.
Nada ha cambiado desde la aparición de un personaje chato por los tacos ni a pesar de todos los períodos consecutivos y apariciones del Sr. Alcalde de San Pedro de la Paz suplicando más calles, más puentes, más corredores con nombres rimbombantes como Pie de Monte, Costa Mar, que sólo tienen como resultado más estudios para más proyectos que se eternizan, léase puente Las Industrias, Costanera Rivera Sur.
Todo sigue igual, excepto que las inmobiliarias siguen construyendo, cambiando el paisaje por cemento, los árboles por techos, el verde por el gris. Esta transformación algunos urbanistas la llaman desarrollo urbano como sinónimo de progreso.
Empero los vecinos, que elegimos la calidad de vida de nuestra comuna reclamamos por ese progreso que surge del crecimiento descontrolado, desordenado, deshumanizante e inorgánico que sólo llevado al empobrecido esa misma calidad de vida buscada, se ha convertido en una sistemática destrucción de áreas verdes, a conducido a la pérdida de esos paisajes de deleite y atracción turística hasta llegar al punto de obligar a la Municipalidad a realizar el 29 de Septiembre un plebiscito comunal para definir lo que las autoridades no han sabido o no han querido hacer: cuidar el humedal Los Batros; perdón, lo que dejaron de él las inmobiliarias, con los permisos municipales.
En consecuencia, a partir del éxito del plebiscito comunal en San Pedro de la Paz, se puede adelantar que las cosas empezarán a cambiar.
Arnold Schirmer Prieto