Señor Director:
Cuando leo “ay, como odio al reggaetón”, siento lo mismo que cuando leo “odio a la derecha”, “odio a la izquierda”, “basta de inmigrantes”, etc. ¡Dejad que el mundo viva y muera de la forma que quiera! ¿Qué altura moral tenemos para definir lo que es bueno o es malo?
Por lo demás, creo que el reggaetón es mucho más entretenido y cumple mucho más el rol histórico que debe tener la música, que otros estilos que no le llegan más que a un puñado de “iluminados”.
Paulo Domic