Señor Director:
Desde hace mucho tiempo, la docencia en todos los niveles educativos ha sido uno de los pilares de la sociedad. Las personas que educan deben cuidarse desde un punto de vista fonoaudiológico para ejercer su profesión con una buena técnica vocal y no presentar dificultades al momento de proyectar su voz en la sala de clases.
Debemos tener presente que actualmente las jornadas diarias en educación sobrepasan en su mayoría las ocho horas de clase continúa, con breves periodos de descanso. Si existe una mala técnica vocal, eso conlleva desde cansancio vocal provocado por una sobreexigencia hasta la posible aparición de patologías, por ejemplo, nódulos vocales, que en sus inicios pueden ser tratados por un fonoaudiólogo. En el caso de mantener esta conducta a lo largo del tiempo podría requerir la intervención quirúrgica por un otorrinolaringólogo para complementar su rehabilitación vocal, ya que el motivo del problema a la voz es la conducta fonotraumática. Esta consiste en una serie de conductas que van provocando un daño en las cuerdas vocales que pueden ser desde gritar, hablar con un tono de voz inadecuado, imitar voces, entre otras.
También existen conductas de higiene vocal que son muy relevantes pues permiten que no se provoque algún daño y, a la vez, funcionan como mecanismo de protección de la voz que, debemos recordar, es el principal medio de trabajo de los docentes.
Es importante identificar cuándo se está iniciando una conducta que provoque algún problema vocal, por ejemplo, dolor al hablar, pérdida de la voz, quiebres en la voz, y consultar a un fonoaudiólogo previa evaluación con el médico especialista para iniciar su tratamiento.
Conrad Von Stillfried Yévenes
Académico de Fonoaudiología
Universidad San Sebastián