Señor Director:
Un joven espécimen de lobo marino fue rescatado gravemente herido a fines de Junio pasado en la comuna de Tomé. El mamífero presentaba más de 70 perdigones en su cabeza efectuados por una escopeta hechiza que un desquiciado pescador artesanal percutió en contra de éste, ya que el animal, en su afán de alimentarse, daña las redes y roba los peces. A pesar de los esfuerzos el lobito no resistió a sus heridas, muriendo luego de una triste agonía, sumándose así a la larga lista de fallecidos en estas mismas circunstancias. Es lamentable que estas cobardes acciones se efectúen bajo la impunidad del mar abierto, pero lo realmente inaceptable es la pasividad de las Capitanía de Puerto, las cuales se limitan a fiscalizar aspectos generales de una nave que zarpa y no a revisar la presencia de armas de fuego al interior de las embarcaciones, práctica que es más habitual de lo que se cree, según lo confirma uno de los tantos uniformados inoperantes de la Armada de Chile, los cuales conocen del tema, pero no corrigen dicha ilegal situación.
Gary Parra Sanhueza