Carta al director

Primarias

Por: Diario Concepción 11 de Julio 2017

Señor Director:

Era de esperar. Luego del triunfo de Piñera en primaria, la derecha ha comenzado a desplegar todo su poder mediático y político,  para instalar la imagen de que su triunfo en Noviembre es ya un hecho.  Cuenta además con la incapacidad política de los partidos de la coalición gobernante  y la alianza de hecho que ha logrado con el conservadurismo de la Nueva Mayoría. La puesta en escena se comenzó a construir cuando la DC tomó la decisión de ir a la primera vuelta eludiendo la primaria. Claro, lamento sostenerlo porque soy un viejo socialista, la responsabilidad principal por este error recae en los miembros del CC de mi Partido cuando le cerraron el camino a Ricardo Lagos hacia la primaria. ¡Que distinto hubiera sido el cuadro si la NM hubiese estado presente!

Dicho esto, creo que la derecha se equivoca cuando celebra por anticipado un triunfo en Noviembre. El resultado de esta primaria es bueno… pero no tanto. Piñera puede refocilarse ante los  errores no forzados cometidos por los partidos oficialistas. Sin embargo es un resultado electoral que vaticina incertidumbres.

Veamos, la derecha efectuó un esfuerzo superlativo para lograr que su base dura votara. Lo logró con la bandera de la restauración conservadora. Piñera se comprometió a dar marcha atrás con todas las reformas, más o menos estructurales, alguna de las cuales permanecen aún en discusión en el Congreso. Retroexcavadora conservadora pura y simple.

Con esta línea el ex presidente pensó arrasar arrastrando a una masa de descontentos y críticos del gobierno. ¿Lo logró? No estoy tan seguro, las frías cifras no lo muestran. El 1.427.637 votos obtenido equivale  solo al 12,88% de los 13.552.823 habilitados para votar y solo el 10.38% del total de 14.000.000 de electores del  padrón de 2016. Si en Noviembre votaran 9.000.000 de personas, para acercarse al 50% que necesita para ser Presidente, Piñera necesita unos 2.600.000 votos más. ¿De dónde los saca? No lo sabemos. Él ganó con solo 827. 347 votos es decir un paupérrimo 5,8% del padrón electoral 2016,  muy lejos de la votación de la derecha en las presidenciales cuando Matthei logró 1.648.481 votos en primera vuelta y 2.111.830 en balotaje.

En estas condiciones, si bien estas primarias significaron un aliciente importante para la derecha, el escenario electoral, tal como lo ha sostenido Roberto Méndez de Adimark, permanece totalmente abierto. La disputa será cerrada. La Nueva Mayoría puede ganar pero debe abrirse hacia otros sectores a su izquierda y no cerrase pretenden algunos conservadores que aún permanecen en sus filas.

Dr. Ariel Ulloa

 

Etiquetas