Pese a las dificultades, autoridades y políticos confirmaron su asistencia a la misa en la Catedral penquista. Hicieron un llamado a que se aclaren los hechos y a que haya justicia, pero también a no responsabilizar a todos por los actos de unos pocos.
Tras el allanamiento realizado el día jueves en el Arzobispado penquista, surgieron las dudas del rol que tuvo el cardenal de Santiago en el silencio de la iglesia ante casos de abusos cometido por sus pares.
Cuatro órdenes de entrada y registro en simultáneo ejecutó la Fiscalía de Rancagua en Concepción y otras tres ciudades. Se indaga el papel del cardenal en las denuncias contra Hernán Enríquez, Audín Araya y Rimsky Rojas.
En 2001, varios años antes de que explotaran las denuncias en su contra por abuso sexual, el ex párroco capitalino visitó Concepción. Bacarreza y Koljatic, discípulos de Karadima y entonces obispos auxiliares, fueron los anfitriones. Hernán Enríquez, hoy denunciado y ex rector del seminario menor, también se sumó a las actividades en la catedral consagradas a “el santo de El Bosque”.