Es una oportunidad para enseñar a nuestros niños a identificar la diferencia entre hambre y ganas de comer.
Confunden la dignidad del prójimo y la solidaridad con la concesión de ropa usada, pagando por pomposas cenas benéficas para compartir con algún personaje de moda.
Es hora de actuar con responsabilidad y solidaridad es el momento de sacar lo mejor que tenemos como seres humanos.
Por eso pedimos con urgencia a las autoridades sanitarias que nos apoyen en resolver esta crítica situación.
Una labor que siempre está pensada en la gente, en los vecinos de las zonas más alejadas (...).
Recomendamos realizar con mayor cuidado las medidas preventivas que permiten una inocuidad a los alimentos.