Se persigue equilibrar el imperativo técnico con el imperativo moral, para alcanzar un mayor bienestar que cubra la mayor cantidad de seres humanos.
Un pensamiento proactivo y prospectivo, que mirando hacia el futuro evitaría “el eterno retorno” de desequilibrios económicos.
La pandemia nos obliga a adaptarnos en forma rápida a un nuevo modelo, uno de no presencialidad, remoto u online.
Es importante no sólo quedarnos en los derechos que se han visto vulnerados, sino, más bien, es el momento de continuar trabajando para reforzar la participación de las PcD (personas con discapacidad) y las organizaciones que los representan en la toma de decisiones y en el diseño de estrategias de prevención.
Posiblemente, junto con las plagas bíblicas, la más conocida de estas dolencias fue la peste negra o bubónica de mediados del siglo XIV, que se llevó consigo casi un tercio de la población europea, según algunos cálculos al respecto.
Es fundamental, se desplieguen los esfuerzos necesarios y se adopte un compromiso firme en orden a respetar las jornadas de trabajo y el derecho a desconexión.