En Chile se critica la falta de educación cívica y ciudadana, pero el currículo lo enfoca y los alumnos no le dan la importancia a ello.
En pocas semanas, asistimos a un cambio que parece ser definitivo en el cual se manifiesta, como nueva convicción, que la ciudadanía puede aportar más; que existen numerosos colectivos que conocen y palpan, en carne propia, los problemas de la sociedad; que pueden visualizar con mayor propiedad las vías de solución.
Los profesionales de la política proclaman ante este escenario que la democracia está en peligro, cuando en realidad son ellos y sus cargos vitalicios los que están en riesgo.
Ante la crisis que afronta la democracia representativa, por manifestantes que niegan a la institucionalidad, entrevistados aluden a la palabra como la principal herramienta de reparación. También apuntaron a la transparencia.
El parlamentario también calificó como “aberrante” la idea de terminar con la obligatoriedad de la asignatura de Historia para estudiantes de tercero y cuarto medio.