El parlamentario también calificó como “aberrante” la idea de terminar con la obligatoriedad de la asignatura de Historia para estudiantes de tercero y cuarto medio.
Hace un año aproximadamente, el diputado Pablo Vidal (Revolución Democrática, RD) pensó que tenía que hacer algo cuando una encuesta reveló que el 56% de los niños de octavo básico aprobarían vivir en una dictadura.
Desde entonces, realiza charlas en colegios a estudiantes de quinto básico hacia arriba. Ayer, justamente, estuvo en el colegio “Paulo Freire” de San Pedro de la Paz realizando dinámicas para inculcar en los pequeños la importancia de debatir, de llegar a acuerdos y alcanzar consensos.
“Los niños en octavo básico, probablemente, están reflejando lo que ven en la televisión, lo que escuchan en sus casas o barrios y no sienten que en la democracia hay un valor. Si a esos niños no les explicamos la cantidad de gente que murió tratando de recuperar la democracia, si no les explicamos el valor que hay en ello, con lo que está haciendo el gobierno se está sembrando un futuro tenebroso”, comentó.
Y, claro, el día que Vidal se reunió con niños de octavo básico, fue el mismo en que se supo que la asignatura de Historia ya no será obligatoria para estudiantes de tercero y cuarto medio, decisión adoptada por el Consejo Nacional de Educación (Cned).
“Da la impresión que la derecha lo único que quiere es que haya ingenieros comerciales, médicos y abogados. No entienden la educación como el espacio de la sociedad donde los niños se forman para que tengan habilidades sociales, pensamiento crítico o la posibilidad de enfrentar de mejor forma la vida y sus dificultades”, sostuvo.
Se trata, en opinión del diputado de RD, de una decisión “aberrante”, pero en la línea de todo lo que el actual gobierno a impulsado en materia educacional. De este tema, del polémico viaje a China de Cristóbal Piñera Morel, junto a una comitiva oficial del gobierno; y los efectos del TPP11, Vidal conversó con Diario Concepción.
Luego de semanas en que trató de soslayar el tema, el Presidente Sebastián Piñera debió salir al paso de las críticas que han surgido por su viaje a China, en particular, por la presencia de sus hijos en la comitiva. El jefe de Estado, sin embargo, se ha centrado en la utilización del avión Fach, pero nada ha dicho de las posibilidades de negocios que ese viaje significó para sus hijos.
Sobre el particular, el representante de RD dijo que en este tema, desde el inicio se ha tratado de engañar a la ciudadanía.
“Se dijo que el viaje se realizó, porque extrañaban al papá. Puedo entender el argumento. Pero no lo entiendo tanto, en el caso de dos adultos de más de 35 años, profesionales, emprendedores. Lo puedo entender con niños de 5 y hasta 15 años, pero no es este el caso. Luego, se dijo que se habían costeado el pasaje, lo que fue desmentido por la Fach. Cada explicación que se ha dado, luego ha sido desmentida”, sostuvo.
Vidal dijo que “el problema es que el Presidente Piñera le trata de echar la culpa a quienes decimos que esto está mal. En vez de reconocer que él comete el grave error al permitir que se suban al avión sus dos hijos, porque expuso a su familia. Ningún político quiere que nuestras acciones o decisiones afecten a nuestra familia. Pero cuando el padre permite que los hijos se suban a un avión y participen de actividades oficiales en un visita de Estado, el padre está exponiendo a sus hijos a la crítica pública”.
Para el parlamentario en este caso “volvemos a la lógica de los privilegios” y, en ese sentido, “la derecha no quiere entender que la gente está cansada de que la clase política se proteja a sí misma y que cuando el papá está cansado de ser candidato 30 veces, deje al hijo. La gente no quiere ver a los parlamentarios subiéndose el sueldo, lo que quiere ver subir es el sueldo mínimo”.
Agregó que “para el Presidente es más fácil echarle la culpa a la presidenta Bachelet, que reconocer que se equivocó. Es súper simple. Los hijos del Presidente Piñera no debieron subirse al avión”.
El diputado también estuvo en Concepción para hablar del TPP11. “No es tan grave como se dice. El tema es que termina de consolidar una forma de relacionarnos con otros países donde no se protege los intereses nacionales. Donde el ámbito de resolución de controversia queda en arbitrajes privados y no en la soberanía de los países”, reconoció.
No obstante lo anterior, comentó que la pregunta de fondo que hay que realizar es si en algún momento el país se cuestionará su modelo de desarrollo. “Vamos en algún momento cuestionar si vamos a seguir toda la vida explotando nuestros bosques, extrayendo nuestros cerros, destruyendo océanos para vender a otros países y comprando la tecnología al resto del mundo”, cuestionó.