Sergio Morales y su hijo Pablo, gente poderosa en el fútbol, fueron acusados por abuso sexual, por la hijastra de Sergio y la hermana de Pablo. Un tema de escándalo, que ha pasado sospechosamente inadvertido, que se ha escondido bajo la alfombra.
Esperemos que este Año de la Rata de Metal traiga consigo un escenario propicio para que el país asiático se posicione en un sitial de progreso.
Para que la contingencia local no sea un traspié para nuestra alicaída democracia, los actores deben retomar los consensos y condenar la violencia.