Es importante que las unidades educativas sistematicen prácticas cotidianas en torno a la comunicación, cooperación y trabajo interdisciplinario entre profesionales de la educación, como profesores y educadoras de párvulos y los asistentes de la educación, como el fonoaudiólogo, psicólogo u otro profesional.
Que este año de pausas, marcado por la pandemia y el eclipse, nos sirva para reflexionar cuál puede ser nuestro aporte, de tal forma que cuando pase el virus, y vuelva a salir el Sol, estemos listos para trabajar por un mejor país para todos.
Así de duro y real, así nos vemos representados ante quienes toman las decisiones de políticas públicas o bien influyen en ellas.